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Problemas en la izquierda universitaria local

Militantes de la regional cuyana del Partido de los Trabajadores por el Socialismo fueron expulsados por la central de dicho partido. Diferencias de opinión fue el motivo principal de la separación.

 

Por Cristian Garcia Muñoz

crigarciam@hotmail.com

Departamento de Política.

04/05/06 El Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS) siempre se caracterizó por ser un grupo popular, democrático y unificado, o al menos eso es lo que dicen ser en la  presentación en su página de internet. Por eso, el hecho de que miembros de la regional cuyana (entre los que se encuentran la mayoría de los miembros de Mendoza, Villa Mercedes y La Pampa), fueron expulsados por tener una opinión divergente a la de los miembros que dirigen al partido, sorprendió bastante.

ATPA dialogó con María Díaz, estudiante de la carrera de Sociología y una de las separadas del PTS.

-¿Cuándo empezó tu vida de militancia política?

- Empezó en la universidad. En el 2001 me impactaron mucho los sucesos políticos, tanto a nivel nacional como internacional. Eso repercutió y se discutió mucho en la facultad, y de alguna manera esas situaciones me fueron acercando a la militancia en la universidad. Yo era militante del PTS y de En Clave Roja. Lo fui hasta febrero de este año.

-¿Qué pasó?

- Creo que de un tiempo a esta parte ha venido cambiando la situación política tanto a nivel local como internacional. No se puede entender bien las diferencias políticas y las discusiones si no se entiende eso, porque creo que un partido que tiene una vida política activa, es influenciado por las tendencias de la realidad.

Después del 2001, de la caída de De La Rúa, y lo que fueron los movimientos nuevos que surgieron, hubo diferentes maneras de encarar lo que siguió por parte de la izquierda, y mucho debate. Lo que  vimos es que dentro de la izquierda también hubo fenómenos de integración a los regímenes, lo cual nos parece nocivo porque amenaza todo el movimiento que queremos llevar adelante, que es de transformación y de enfrentamiento a ese régimen.

-¿Fue ese proceso el que motivo la expulsión?

- Desde la regional sosteníamos algunas diferencias políticas, lo cual nos parece absolutamente sano en un partido. Es un partido de izquierda, un partido trotskista, por lo que es totalmente válido y lícito discutir orientaciones políticas y cómo intervenir. El problema es que, finalmente, por esas diferencias terminaron expulsados la mayoría de los compañeros de la regional de Mendoza, además de 2 dirigentes de la máxima dirección de ese partido, compañeros de la regional de San Luis, Villa Mercedes y Capital, y de la regional de La Pampa. Por eso nos conformamos como una nueva corriente, ahora somos La Corriente Obrera Revolucionaria, a nivel nacional, y en la universidad somos la agrupación Espartaco. Seguimos considerándonos dentro de la ideología trotskista. Reivindicamos el marxismo como herramienta de transformación social y no solo para pelear dentro de los marcos de la lucha de clases sino también como guía para la acción.

- ¿Cuántos miembros del PTS había en Mendoza?

- En la universidad, cerca de 20. Era una regional bastante más grande que eso, de alrededor de 50 compañeros.

- ¿Cuál fue el sentimiento después de la expulsión?

- Como te decía, teníamos discusiones, lo que nos parecía absolutamente sano, por lo menos en un partido que repudia la forma en la que se organizan los partidos burgueses en los cuales se impone una línea de acuerdo. Los partidos de izquierda se organizan de otra manera, pues se permite tener discusiones internas. Por eso fue bastante sorpresiva la forma en la que fuimos separados de la organización. Pero teníamos algunas diferencias, la forma en la que fuimos separados marcó en forma contundente que ya no estaba siendo sano (el partido), no se estaban manteniendo métodos sanos de discusión.

- ¿Cambiaron desde la dirección del partido?

- No, creo que era la orientación y cómo estábamos pensando los nuevos desafíos hacia esos nuevos fenómenos.

-¿Qué pasó con la convicción en la causa luego de la expulsión?

- Para nada desalentó la convicción militante. Nos cayeron algunas fichas de que, a veces, las situaciones llegan a lugares que no nos hubiera preferido llegar, pero no desalentó la convicción.El nuevo partido sigue con la misma línea que sosteníamos antes. Espartaco toma lo mejor que hicimos estando en En Clave Roja y en el PTS. Solo podemos transformar la universidad si estamos ligados a la lucha obrera. Nos parece que las juventudes son una levadura importante para cualquier idea de transformación, porque son jóvenes que no tienen nada que perder y sí mucho que aportar. Incluso hay, en nuestro partido, chicos que cursan la secundaria, además de los chicos de la universidad.

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