“Hoy me encuentro parada en la bifurcación de varios caminos. Sé que debo realizar una elección pronto pero me encuentro abrumada y confundida. Es todo un desafío para mí. Lo que me sorprende son los nombres de cada camino. El de por allá dice futuro, otro cercano: salida laboral, uno que casi no alcanzo a leer dice arriesgarse.
Nuevamente me pregunto ¿Éste camino me llevará al triunfo? ¿Éste de por allá será mi verdadera vocación? ¿Aquel otro sólo me traerá fracaso? ¿Cómo será mi calidad de vida? ¿Qué opinarán mis padres o la gente de mi elección?
Ante tanta confusión, con esfuerzo trato de relajarme y pensar bien las cosas. Respiro y recuerdo los consejos de mis amigos, mis experiencias vividas y mis conocimientos.
Pero mis recursos a veces no me acompañan, en lo que quiero especializarme, a muchos no les agrada. Las influencias a causa de sus experiencias parecen querer ayudarme pero solo logran confundirme aún más, es todo un desafío y la inseguridad me invade…
Con voluntad empiezo a ver las cosas buenas que me puede brindar cada camino y trato de tomar una decisión. Primero dejo los miedos, las dudas y mi inseguridad de lado. Luego con compromiso entusiasmo y pasión me propongo a enfrentar esta etapa nueva. Así que sin más vueltas que darle al asunto me decido finalmente por el camino de la izquierda, ese que casi no alcanzaba a leer pero que allí está, es ese camino que dice “arriesgarse”.
Me arriesgo a empezar esta nueva etapa con la satisfacción de haber elegido aquello que me hace realmente feliz”.