El proyecto "Red de Comercio Justo" busca generar un ámbito de reflexión, y socialización del comercio justo, la soberanía alimentaria o la reforma agraria integral. Apunta a conformar una canasta de productos básicos. El objetivo es cambiar la cultura de los consumidores, basándose en principios de solidaridad y equidad.
El eje temático que dio origen a la idea de “Red de Comercio Justo” fue la economía social y así se creó un equipo de trabajo que ideo un proyecto de extensión “Red de Comercio Justo” que, financiado por la secretaría de Extensión de la UNCuyo espera generar una canasta de productos básicos desde la Unión de Trabajadores Sin Tierra. Emanuel Jurado, Julia Nievas, Guadalupe Pascual y Marcelo Fernández son quienes presentaron la propuesta que fue elegida para ser concretada.
Julia Nievas relata que sus expectativas tienen que ver con lograr que las canastas de productos -de las organizaciones integrantes de la Red- lleguen a los hogares y a los consumidores que se vayan sumando al proyecto. “Nuestra idea es que crezca y se sumen más consumidores beneficiados por la idea”, se entusiasma.
Parte del trabajo involucra tener contacto con consumidores. Así, hasta el momento se están centrando en el segmento de consumo de la clase media. Marcelo Fernández explica que pronto van a comenzar a discutir algunas cuestiones relacionadas con lo que significa la economía social, lo que es actualmente la reforma agraria y la soberanía alimentaria, que vendría de la mano de la Unión de Trabajadores Sin Tierra. También, lo que significa trabajar en colectivo y entender que no es necesario esperar a que alguien dé pautas a través de los medios masivos sobre lo que se tiene que consumir, sino precisamente ir discutiendo sobre las acciones que tanto consumidores como los productores, consideran que son las más adecuadas. “Nos parece que ésta perspectiva de horizontalidad es lo más importante”, apunta Fernández.
Por su parte, Manuel Jurado señala que la convocatoria de la Universidad a presentar proyectos de trabajo que se vincularan directamente con la sociedad y ayudaran a resolver algún problema concreto de la comunidad “me pareció bastante interesante, desde el punto de vista del acompañamiento que tiene. Nos permite trabajar con bastante flexibilidad, e ir corrigiendo algunas dificultades que vamos teniendo con el desarrollo del proyecto”.
El equipo aspira a contar con al menos 50 consumidores permanentes de este tipo de canastas. Para ello será importante poner en debate las diferentes formas de consumo y generar un cambio en la cultura que se acerque a los principios de solidaridad y equidad para reemplazar el abastecimiento de determinados productos -que normalmente se obtienen en supermercados e hipermercados- por productos locales que ofrece la Red de Comercio Justo.