Así, a través del programa de Inclusión Social e Igualdad de Oportunidades “Dr. Gustavo Andrés Kent” la UNCuyo dicta cursos y talleres en el penal de Gustavo André. Los contenidos de los tres módulos que ya se dictaron están relacionados con contenidos vinculados a “ser emprendedor”, “creatividad y nuevos emprendimientos” y “gestión asociada”.
El curso taller de Desarrollo Emprendedor que dirige Juan Pablo Bustos concluyó la última capacitación que se realizó en la IV Alcaidía Granja Penal Gustavo André, del departamento de Lavalle. Es el segundo que se realiza este año. El primero se desarrolló en la Delegación Sur (San Rafael) de la Dirección de Promoción del Liberado (DPL) y habrá un tercero que trabajará con las mujeres alojadas en la Alcaidía II ubicada en la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF).
El objetivo fue colaborar en el desarrollo del espíritu emprendedor y ofrecer herramientas de autoempleo y formación de emprendimientos.
Juan Pablo Bustos, responsable de la iniciativa calificó la experiencia como muy interesante: “por la valoración que le dan las personas que participan”. Señaló que la idea es ayudarlos con herramientas que les permitan generar sus propios emprendimientos una vez que salgan o ya empezar a generarlos asociativamente dentro del contexto de encierro. “Las devoluciones que hemos tenido han sido muy buenas: los participantes se han sentido integrados y se han dado cuenta que hay instituciones que se están preocupando por su inclusión social ayudándolos a reintegrarse en la sociedad de una manera productiva y capacitarse en estos temas como para poder generar su autoempleo una vez que salgan”, explicó Bustos entusiasmado.
Mariana Gardey, directora de la dirección de Promoción del Liberado de la subsecretaría de Justicia explicó que desde su área se trabaja con la idea del microemprendimiento del liberado “porque es una de las salidas más importantes que tienen una vez que egresan, pues les cuesta mucho conseguir trabajo formal y el certificado de buena conducta”.
Un ejemplo que vale la pena destacar es el proyecto de uno
de los internos que se denomina “Volviendo a nuestras raíces”. Se propuso fabricar
redes antigranizo con material reciclado. “Yo he trabajado en la viña desde los
11 años y eso me ha dado la experiencia de ver la necesidad de los productores con la amenaza
del granizo. He pensado en 3 ejes fundamentales: tomar conciencia sobre el
medio ambiente, cubrir la emergencia y capacitar para crear fuentes de trabajo
reciclando, armando y colocando mallas”, expresó al tiempo que alabó las
herramientas del curso que le permitieron mejorar sus conocimientos.