Unas 20 mujeres se reúnen semanalmente en el Centro Integrador Comunitario (CIC) tunuyanino para relatar con pares sus experiencias silenciadas en contextos domésticos y laborales.
La actividad se da en el contexto de los Proyectos Mauricio López, de la Secretaría de Extensión y Vinculación de la UNCUYO y busca reunir historias de mujeres de la economía social, en situación de violencia o con derechos vulnerados.
La dinámica de los encuentros al principio fue encontrarse y contarse su historia en parejas de a dos. Ahora, lo hacen en grupos de cuatro mujeres y, próximamente, lo harían en grupos mucho más numerosos.
La propuesta agrupa distintas instituciones, el IES 9-010 Rosario Vera Peñaloza, la Casa de la Mujer de Tunuyán y una organización de la economía social. Trabaja con una metodología de abordaje en base el diálogo entre pares y sin la intervención de especialistas, como alternativa para la resolución de conflictos comunes a las protagonistas que buscan reconocerse en esa experiencia silenciada de la otra.
“Hasta ahora en cada encuentro sale siempre lo valioso de compartir, de ponerle palabras a lo que nos pasa individualmente, pero que es una problemática extendida. No es casual que cuando lo pensamos solas, no vemos la salida o hasta nos culpamos. La potencia de encontrarse entre mujeres está, primero, en poder decirlo, en ponerle palabras para después pensarlo y problematizarlo”, comentó Milagros Molina, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y una de las participantes del equipo al frente de este proyecto.
Las concepciones de violencia que contemplan son amplias, aclararon. Ya sea por cuestiones de género o por disidencias, no sólo evidenciadas a partir del maltrato físico.
El proyecto también tiene como objetivo empoderarlas a través de la reconstrucción de estas trayectorias y de la apropiación de herramientas literarias como medio para fortalecer su autoestima.
“Lo que pasa acá es muy íntimo y cerrado pero también nuestro objetivo es estar atentos a lo que vayan definiendo ellas para después comunicar, ya que la idea es terminar haciendo una publicación que puede ser un libro”. Por eso, desde que empezaron las participantes cuentan con un cuaderno personal en el que van escribiendo pero no tienen la obligación de compartirlo. “Sin embargo, cuando hemos ido transitando las historias, notamos como emergentes que la mayoría quiere comunicar cosas para ser solidarias con otras mujeres en la misma situación”, agregó Damián Moreno, coordinador de este equipo y de la Tecnicatura en Economía Social del IES 9-010.
Esto llevó, a que el proyecto adoptara como nombre “mujer colectiva”. “Vimos que la problemática de la violencia y todo lo que tiene que ver con el género es un problema social, colectivo y no individual, sino que tanto la que la padece como el que la ejerce es parte de una construcción social”, aclaró Moreno.
Además la iniciativa apunta a que se realicen capacitaciones de Economía Social. “Por la articulación con la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales buscamos hacer algún taller para reflexionar a partir de las historias personales para contextualizarlas y pensarlas en relación con la historia regional o local y para generar herramientas de resolución de estos conflictos”, detallaron desde este equipo que también está conformado por Linda Mardones, Mariela Salinas, Pamela Pérez, Jimena Molina y Horacio Peinado.
Vale destacar, que los Proyectos Mauricio López propician procesos pedagógicos de intervención comunitaria que tienen como destinatarios a una población socialmente vulnerable. Se realizan a partir de abordajes interdisciplinarios, junto con organizaciones sociales e instituciones públicas.