Dime qué consumes y te diré cómo se produce, se podría decir parafraseando el dicho popular. En pleno siglo XXI, y con una crisis climática a lo largo y ancho del plantea, es necesario problematizar sobre cómo los actuales modos de consumo demandan formas de producción que degradan el mundo.
De este contexto emerge el proyecto de investigación “Agroecología, hacia una producción sustentable”, ganador de la convocatoria Jorge Sábato de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UNCUYO, que se desarrolla en el departamento de General Alvear.
Esta iniciativa, en la que intervienen docentes y estudiantes de la FCEN, busca poner en valor el conocimiento y las prácticas de la agroecología, a través de la producción de compost y vermicompost que permita realizar un tratamiento de los residuos orgánicos, sin generar contaminación, y además, que puedan se reutilizados en forma de abono.
La agroecología, entendida como ciencia, movimiento y práctica de los procesos ecológicos en los sistemas de producción agrícola, se afianza cada vez más como una alternativa. “La sociedad ha comenzado a interesarse en temas relacionados con la sustentabilidad y el cuidado del medioambiente, eso nos permite establecer un vínculo con las personas de Alvear, sobre todo con los pequeños agricultores, para los cuales además es una herramienta de producción”, explicó Noelia Lucero, docente de la Facultad y coordinadora del proyecto.
“Las etapas del proyecto se están adaptando a la situación de pandemia que nos ha tocado atravesar. En principio, se trabajó en forma conjunta con ISCAMEN brindando capacitaciones y talleres en Agroecología para docentes y alumnos de las escuelas secundarias del sur mendocino. La convocatoria fue de 183 inscriptos, posteriormente trabajaremos acompañando a las escuelas con actividades específicas preparadas para cada una de ellas. La finalidad es que puedan aplicar los conocimientos adquiridos en las capacitaciones y talleres en las prácticas agroecológicas”, detalló Lucero.
Otro aspecto a destacar de esta propuesta es su carácter interdisciplinario, ya que articula con escuelas secundarias, organismos públicos como el ISCAMEN, el sector privado, representado por los productores, y la Facultad, por lo que se convierte, además, en una oportunidad para impulsar el diálogo entre distintos actores sociales sobre las formas de producción y consumos.
Las especies desaparecen a un ritmo de tres por hora, según el biólogo Edward O. Wilson. Y no solo por la deforestación y la contaminación: la producción en gran escala, la agricultura de exportación y la uniformización del consumo están aniquilando la diversidad. Por eso, bienvenidas son las prácticas y las ideas que buscan un mundo más equilibrado, más justo, es decir, con un futuro posible.