El estudio de mercado de Industrias Culturales analiza también las necesidades para comenzar el desarrollo local. Los datos.
¿Qué clase de consumo cultural hacen los mendocinos? o ¿qué probabilidades hay de generar una industria cultural en la provincia? son algunas de las preguntas que motivaron el estudio de mercado de Industrias Culturales.
Ayer se presentaron en forma oficial las conclusiones del trabajo realizado por la Universidad Nacional de Cuyo y el Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de Servicios (Idits), con el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI).
En una nota publicada por Los Andes el 13 de octubre se revelaban algunos datos de esta investigación entre los que se destacaban que sólo uno de cada tres mendocinos no gasta dinero en esparcimiento, que la televisión es el entretenimiento preferido por 93 por ciento de los consultados y que la mitad no va al cine.
Pero también se hizo a la par un estudio que apunta a la oferta y canales de distribución de los productos culturales locales en donde se evidencia la realidad que vive el sector editorial, audiovisual y fonográfico local.
Ambas investigaciones nos pintan un panorama completo de la situación cultural de Mendoza, sus habitantes y sus hacedores. Por eso más allá de los resultados obtenidos, los investigadores insisten que más importante aún sería darle continuidad. Estas razones sienten que son más que suficientes para proponer la creación de un observatorio cultural.
"Se supone que este tipo de estudios debería hacerse por lo menos cada un año. Serviría para ver la tendencia y ver cómo se modifican los consumos. Se realizarían estudios con más frecuencia y se podrían obtener datos comparativos", explica Marcelo Padilla, sociólogo y uno de los responsables del estudio sobre consumo cultural.
"Un observatorio articulado con el Gobierno y las distintas instituciones vinculadas a la temática serviría para evaluar el funcionamiento de lo que se decida aplicar", suma María Belén Álvarez, integrante del equipo del Estudio de Mercado sobre ofertas y canales de distribución de las industrias culturales de Mendoza.
Problemas y soluciones
El sondeo pone en relieve que los problemas no son pocos. Si tenemos en cuenta que sólo 8 por ciento de los ingresos que hay en el hogar se destinan a consumo cultural o que hay sectores como el audiovisual -que consigue espacios de exhibición, pero poco rédito económico- se deduce que es necesario aplicar medidas que reviertan estos inconvenientes.
Por eso las propuestas son muchas. Algunas comprenden que haya una cuota en cines o canales de televisión para la producción local, que exista un complejo audiovisual y fonográfico estatal o que haya ventajas económicas para la realización, distribución y venta de productos culturales mendocinos. "Tiene que estar presente el Estado acompañando porque da más fuerza y también hay que asociarse entre los sectores.
De esta forma será más fácil trabajar en lo que regula a los mercados", señaló Romina Palazzo, integrante del equipo de investigación. Pero de todas las propuestas hay, quizá, una más general y prioritaria.
"Hay que empezar por un debate legislativo para saber si Mendoza puede comenzar a desarrollarse como un polo de industria cultural que tendría como consecuencia la generación de empleo y a la vez asociarse a la política social", expresa Marcelo Padilla.
En otras palabras, la principal preocupación de los investigadores es que el trabajo que realizaron desde 2007 hasta principios de 2008 se aplique de alguna forma. El proyecto nació como parte del Plan Estratégico Cultural de Mendoza que había sido impulsado por el entonces Ministerio de Economía provincial, hoy Ministerio de Producción, Tecnología e Innovación.
Por esta razón es que hay dudas sobre el futuro de la investigación, sin ir más lejos el informe fue presentado a fines de marzo de este año, pero el anuncio se realizó recién ayer.
Los realizadores insisten con su importancia porque permitiría aplicar políticas culturales de largo plazo, una de las deudas pendientes más grandes de cada gestión que pasa. "El objetivo es entender a la cultura como un eje potencial articulado con el turismo, con fuentes de trabajo, con el nivel educativo.
Todo esto es potencial para el desarrollo estratégico provincial", asegura la investigadora María Belén Álvarez y Marcelo Padilla concluye: "Hay intenciones de seguir con esto, pero no hay garantía de que se vuelva a hacer otro estudio así. Yo no soy muy optimista sobre la aplicación. Uno cumple una función, pero los organismos de decisión son los que verán si se aplica o no".
Premios como incentivo
A la par de la presentación del estudio cultural se entregaron los premios del Primer Concurso Provincial de Realizadores Audiovisuales organizado por el Incaa, el Idits y con la colaboración de la Secretaría de Cultura del Gobierno de Mendoza.
Estos reconocimientos permitirán a los realizadores locales encarar sus proyectos en forma profesional, en formato fílmico y con la posibilidad de distribución y estreno en salas.
En la categoría ficción el primer lugar fue para "Road July" de Paula Ruíz Ávalos y Gaspar Gómez, y el segundo fue para "Adiós mundo cruel" de Sofía Toro Pollicino y Matías Rojo. Como suplentes quedaron "Hermanos Maristas" de Andrea Puebla y Luis Mauleón, y "Una canción viene de lejos" de Franco Pellegrino y Manuel Alonso.
En la categoría documental el primer puesto fue para "Largazar y el oso. Los años dorados de Cortázar en Mendoza" de Sergio Romero, Néstor Moreno y Fernando Romero. En segundo lugar quedó "Gatillo Fácil" de Guadalupe Pregal y Rodrigo Sepúlveda.