Escuelas y público en general podrán acceder de manera libre y gratuita a la proyección de la película que relata los últimos diez años de vida del prócer Belgrano, que se exhibirá en el Cine Universidad durante junio.

El filme, del director Sebastián Pivotto, se presentará en el Cine (Lavalle 77, Ciudad de Mendoza) el  miércoles 22, en la función de las 10.30 y a las 15,  el jueves 23 a las 10.30 y 16.30. Luego se podrá ver el martes 28,  a las 10.30 y 16.30 y, finalmente, el jueves 30 de junio, a las 10.30 y 16.30.

La intención del ciclo “Difundamos lo nacional” es recuperar, fomentar y difundir la producción audiovisual de la región y del país, constituyendo espacios de exhibición abiertos y gratuitos para toda la comunidad.

La actividad es organizada por el Polo de Desarrollo y Promoción de Contenidos Audiovisuales Digitales - Región Cuyo, Canal Encuentro y las secretaría de Extensión Universitaria de la UNCuyo y de Cultura del Gobierno de Mendoza.

Las instituciones y organizaciones que deseen participar de estas proyecciones podrán solicitarlas al correo-e: tvdigitalcuyo@uncu.edu.ar o comunicarse al teléfono: 4135000, interno 3018.

Sinopsis de la película

En homenaje al creador de la bandera Sebastián Pivotto dirige el filme  “Belgrano, la película” donde relata los últimos momentos de Belgrano. En 1810, Manuel Belgrano cree que es posible reemplazar la autoridad real -la de Fernando VII prisionero de las tropas napoleónicas- por la de una comunidad de hombres virtuosos que, identificados con la Patria, interpreten con fluidez al Pueblo. Esta convicción guía la práctica política y militar de Belgrano, que lo muestra animado y confiado. Luego, llegarán las batallas ganadas, las derrotas, el desencanto, la indisciplina y el replanteo permanente de sus fuerzas y de sus aptitudes para continuar la gesta.

El filme narra cómo la vida personal de Belgrano quedó rezagada respecto de su vida pública y cómo su virtud patriótica lo obligó a postergar lo privado, sinónimo de pasión individual. Por eso, sus amores ocuparon un segundo lugar, recatado, un tanto invisible a los ojos de los demás. El final, ineludible, termina por resolverse en su cuerpo, espacio privado por excelencia, pero que también parece ser la metáfora de cierta decepción política en aquellos años de la revolución.