El proyecto se denomina “Semáforos independientes autoabastecidos” y busca implementar tecnología que permite convertir a los semáforos en un sistema de control de tráfico capaz de reducir el consumo eléctrico, mejorar el sistema de sincronización y adaptarse a los cambios estacionales de tráfico, entre otras características.<

Se trata de semáforos que suplen, coexisten y reemplazan a los actuales, reformulando y mejorando su aplicación, renovando el equipo y el sistema de funcionamiento, con lo que se promueve la industria de semáforos y de la seguridad vial.

El equipo distinguido, denominado “Caminos Digitales”, está integrado por Gerardo Axel Pedraza Salazar y Ariel Hernán Dávila, estudiantes avanzados de Ingeniería Industrial; Christian Martín Jerez, estudiante avanzado de la carrera de Martillero Público, y Lorena Maribel Sevillano, licenciada en Comunicación Social. El equipo se define como “un grupo de personas multidiciplinarias  proactivas y sobre todo innovadoras”.

El concurso constituye un desafío para alumnos universitarios y profesionales noveles, que ponen en juego su capacidad innovadora para generar planes de negocio de base tecnológica con aplicación concreta en el corto plazo. En este 2010, se presentaron 17 proyectos que fueron evaluados por 26 destacados tecnólogos, investigadores y expertos en economía y negocios. Fueron 5 los trabajos que llegaron a la final, sobre los que sus autores realizaron una exposición oral ante los miembros del Jurado.

Para la evaluación, se tiene en cuenta "el grado de innovación del proyecto, el corto tiempo de lanzamiento al mercado y el potencial de crecimiento, entre otros aspectos", según la convocatoria. Los proyectos galardonados son:

Primer Premio

Microviscosímetro de Sangre (Instituto Balseiro): Plantea la producción de un viscosímetro de sangre para análisis clínicos -especialmente desarrollado para neonatología, que a diferencia de los convencionales utiliza sólo una gota de sangre- desarrollado con micro y nanotecnología. El negocio no sólo ofrece el viscosímetro, sino que provee los insumos necesarios para su uso a centros de salud de la Argentina y de otros países.

Segundo Premio

Desarrollo de un Biorreactor de uso único para la proliferación de Stem Cells Hematopoyéticas apto para trasplante de médula ósea (Universidad Nacional del Sur): El equipo mejora la productividad con respecto a los tradicionales y suma la función de descongelamiento seguro de unidades de sangre, con bajos costos.

Tercer Premio (compartido entre dos proyectos)

Semáforos Independientes Autoabastecidos (Universidad Nacional de Cuyo): Busca implementar tecnología a los semáforos que permite convertirlos en un sistema de control de tráfico capaz de reducir el consumo eléctrico, mejorar el sistema de sincronización y adaptarse a los cambios estacionales de tráfico, entre otros beneficios.

Software de Simulación del Proceso de Rotomoldeo Plástico (Universidad Nacional de Mar del Plata): Propone el desarrollo de un software que permita asistir al diseño de piezas complejas reduciendo los tiempos y costos asociados al método de “prueba y error” de modo que pueda predecir propiedades finales de dichas piezas y optimizar el diseño de los moldes.

Los premios incluyen USD 30.000 para el primer puesto, USD 15.000 para el segundo y USD 5000 para el tercero.

Fernando Quintana, que formó parte de la comisión organizadora, evaluó que “esta edición del concurso tuvo algunas características que vale la pena mencionar: Se seleccionaron cinco trabajos finalistas notablemente creativos, de diferentes universidades (todas del interior del país). Se logró conformar un jurado de primer nivel con profesionales que demostraron una gran capacidad de evaluación de proyectos que luego de dos jornadas de trabajo llegaron a una decisión unánime. Es oportuno agradecer el fuerte apoyo de la Comisión Nacional de Energía Atómica y de la Universidad Nacional de Cuyo, instituciones que junto a las empresas patrocinantes hicieron posible esta nueva edición.”

El Instituto Balseiro (IB) constituye, junto con el Centro Atómico Bariloche, sectores interdependientes de la Comisión Nacional de Energía Atómica con la misión de realizar investigación y desarrollo en el marco de los objetivos nacionales y la correspondiente formación de recursos humanos del más alto nivel. Ello implica procurar la concreción de aportes sustantivos al crecimiento tecnológico nacional, materializando desarrollos e ingenierías propias en el área nuclear y no-nuclear, para la utilización pacífica de sus producciones, y la promoción continuada de actividades científicas, tecnológicas y académicas de alta calidad. El IB es, asimismo, una unidad académica dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo.