Por Romina Scafati
Agencia Taller - Escenarios Latinoamericanos
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El personal militar norteamericano está presente en 135 países de los casi 190 que forman la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esto significa que las tropas norteamericanas se encuentran presentes en el 70 por ciento de los países del mundo.
Hoy Estados Unidos opera en un vasto número de bases dentro y fuera de su territorio. Una zona donde la presencia militar norteamericana se ha incrementado es en América Latina.
Según el diario Granma, el principal interés del gobierno de George W. Bush es “vigilar y controlar a los pueblos de América Latina”, esencialmente a las FARC colombianas, los Sin Tierra brasileños y los Zapatistas mexicanos, el pueblo rebelde de Bolivia, Argentina, Ecuador, Perú, República Dominicana, Venezuela, etcétera.
Actualmente en América Latina las fuerzas norteamericanas cuentan con instalaciones en Soto Cano, Honduras, Liberia, Costa Rica, Comalapa, El Salvador, Tres Esquinas, Larandia y Puerto Leguizamo, Colombia, la base Manta, Ecuador, Iquitos y Nanay, Perú. En el Mar Caribe las bases militares son: Vieques, Puerto Rico, Reina Beatriz, isla de Aruba, Hato, isla de Curazao y Guantánamo, Cuba. En Paraguay la base en la localidad de Mariscal Estigarribia permite el control sobre la Triple Frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina.
Además esta área del mundo suministra al mercado norteamericano una parte importante de gas y petróleo. Ejemplo de ello son: Venezuela y México. Colombia por petróleo, carbón y energía hidroeléctricas, Argentina además de su petróleo tiene su territorio ligado junto a Paraguay a una de las mayores reservas de agua dulce no contaminada del mundo. En Centroamérica se encuentran reservas potenciales de petróleo: en el Petén de Guatemala y en la región del Limón, en Costa Rica. Además la geografía de América Latina es apta para la realización de empresas hidroeléctricas que abastecen de energía a las empresas multinacionales.
La política de gobierno de Bush esta centrada en todo tipo de convenios basados en intereses militares y económicos, tales como el Área de Libre Comercio (ALCA) y los tratados bilaterales de Libre Comercio (TLC); el Plan Colombia (Iniciativa Andina) y el Plan Puebla Panamá.
Estados Unidos trata de crear y mantener la apariencia de una “lucha conjunta” contra el terrorismo, narcotráfico, corrupción, regímenes antidemocráticos (Chávez en Venezuela y Castro en Cuba), inmigración ilegal y tráfico de armas. Pero ligado a ésto se reconoce un importante interés por el control y apropiación de los recursos naturales de América Latina.