Con un estilo propio que supo forjar y sostener a lo largo de toda su existencia, la Radio de la UNCuyo cumple 23 años. Los desafíos siguen siendo los mismos: tender un puente entre la Universidad y la sociedad y mantenerse en movimiento perpetuo para acompañar los cambios en las maneras de comunicar.
En el año 1992 el por entonces rector Armando Betranou cortó la cinta de las nuevas instalaciones de la LRJ403. Enclavada en el 96.5, la FM nacía en un contexto propicio para la llegada de estaciones universitarias, ya que la Nación había dispuesto otorgar licencias a universidades nacionales para que pudieran operar sus propias señales.
La estación funcionaba en el edificio central del campo de Deportes. Desde sus inicios supo nutrirse de un grupo de trabajadores con una ventaja adicional. Así lo recuerda Gabriela Maturano, coordinadora de Producción y con 22 años de trayectoria en la emisora: “La mayoría tenía experiencia en radios comerciales pero, a la vez, también éramos estudiantes de Comunicación Social. Eso nos permitió tener otra visión sobre la radio y construir desde allí una manera de hacer comunicación universitaria”.
En estos 23 años, su sello fue la difusión del ambiente artístico cultural de la Provincia. Asimismo, otro aspecto característico ha sido salir de los esquemas comerciales de la radiodifusión, lo que le permite profundizar en determinados temas de interés social. “La competencia no ha sido parte de nuestra visión porque somos una radio pública. Esta emisora se financia con dineros públicos, entonces tenemos otra responsabilidad al momento de comunicar” afirma Maturano.
La libertad de expresión y el respeto por los derechos humanos, sociales, económicos y culturales son el faro rector de la política comunicacional de la 96.5. Ese compromiso la llevó a participar activamente de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, un espacio que militó fuertemente en todo el país la sanción de la Ley 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Con la mirada puesta en la audiencia, respetando sus derechos y dando voz a muchos que no consiguen espacio en los medios comerciales, la Radio logró un vínculo muy rico con sus oyentes. Incluso pudo ponerle cara a su audiencia, ya que varias veces los estudios de la radio se mudaron por un día al teatro Universidad para compartir la transmisión con los oyentes.
Para Gabriela Maturano, el principal desafío a futuro es mantener a la radio en constante cambio. “Un medio no puede estancarse en una determinada forma porque todo es muy dinámico, en especial a nivel tecnológico, pero también respecto del papel que se juega en el espectro de los medios. Hay que renovarse sin perder el concepto de servicio social atado a una Universidad que siga siendo la plataforma desde la cual mirar a la sociedad. Debemos profundizar determinadas temáticas. También se puede pensar en otra manera de hacer periodismo sin perder el perfil artístico cultural”, concluye la coordinadora de Producción de la 96.5.