El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Cuyo aprobó un pedido de la Facultad de Educación (FE) para que una de las profesoras emblemáticas de sus aulas obtuviese un reconocimiento por su destacada trayectoria académica y su contribución a la Universidad. Fue la designación de la magíster Rosa Fader como Profesora Extraordinaria de la Universidad.
La académica, reconocida en Mendoza como gestora cultural en diversos ámbitos y destacada profesora de música, se desempeñó como docente de grado, de posgrado, y ocupó diferentes posiciones de gestión en la Facultad de Educación y también en el Rectorado de la UNCUYO.
Durante el acto de reconocimiento, que se compartió por plataforma zoom con la homenajeada, dado que no pudo estar presente, la decana Ana Sisti agradeció sus aportes a la cultura universitaria y mendocina, destacó su pasión, energía y compromiso por resaltar la importancia del arte en la educación. “Rosa es sinónimo de cultura, creatividad, liderazgo”, aseguró al comenzar el homenaje.
La Decana puso de relieve las contribuciones de Fader a la Facultad, la Universidad y a la cultura de la provincia.
Ante la familia de Fader, amigos, compañeras de gestión, autoridades universitarias y representantes del departamento de Expresión de la Facultad, Sisti continuó: “La música es tu ADN Rosa, ese oído increíble para detectar notas justas y aquellas un tanto desajustadas, tu pasión por hacernos conocer, comprender y amar las obras inmortales de grandes músicos, han sembrado el disfrute y el goce de lo estético, de lo bello”.
Entre risas y emoción, la Decana compartió anécdotas personales de quien fue, además, su profesora en épocas de estudiante en Educación. Y concluyó asegurando que la profesora Fader siempre formará parte del Departamento de Expresión de la Facultad de Educación. Un pedido de sus colegas que “vuelve a entablar los lazos que te mantienen unida a la comunidad de la Facultad”, cerró.
De izquierda a derecha, la vicedecana Ximena Erice, la decana Ana Sisti y la hija de Rosa, Gabriela Guiñazú.
Sus hijos y nietos recibieron un diploma que la designa Profesora Honoraria de la UNCUYO y obsequios que conmemoran un momento de felicidad y reconocimiento. En su nombre, su hija Gabriela Guiñazú agradeció y mencionó que en la familia consideran que este es un homenaje muy merecido. Por su parte, su hermano Lisandro, recordó una frase célebre de su padre que retrata a la homenajeada. “Mi papá decía que mi mamá tenía la llave de los portones del Parque. Hasta que se iba la última persona ella no llegaba a la casa”; en alusión a su compromiso con la educación en la Universidad Nacional de Cuyo.