La física argentina Lucila Peralta Gavensky, que se formó en el Instituto Balseiro y actualmente realiza una estadía de posdoctorado en Bélgica, fue seleccionada, junto a su director de investigación, Nathan Goldman, para recibir el prestigioso premio trianual Prix Théophile De Donder. El reconocimiento es por el trabajo en la rama de la materia condensada.
Se trata de un galardón que otorga la Academia Real de Ciencias, Letras y Bellas Artes de ese país, a investigaciones en el campo de la física.
“Que la Academia de Ciencias belga haya destacado este trabajo es una enorme sorpresa para mí, sobre todo en esta etapa tan temprana de mi carrera. Esta investigación significó un gran desafío intelectual, ya que me propuse dar respuesta a una pregunta compleja de la manera más sencilla y general posible”, comentó la física.
“Estos reconocimientos -agregó- no deben ser vistos como personales, ya que hay una gran cantidad de personas e instituciones detrás de los mismos, empezando por la familia, los mentores, los colegas y aquellos lugares que permiten nuestro desarrollo profesional. En particular, sin las políticas públicas orientadas a la educación y al desarrollo en ciencia y tecnología en la Argentina, nunca podría haber llegado a donde me encuentro ahora”.
Además de la Academia, el Fondos de la Investigación Científica de Bélgica, FNRS (por las siglas en francés) reconoció oportunamente el valioso trabajo de Peralta Gavensky y le otorgó un cargo de investigadora posdoctoral independiente por tres años en Bruselas, lo que le permitirá desarrollar un proyecto de investigación en línea con el trabajo premiado. Y además decidió darle un crédito adicional para su trabajo, con el apoyo de la Fundación L’Oréal-UNESCO Para Mujeres en la Ciencia. Este crédito se otorga mediante un proceso competitivo de selección a tres proyectos de mujeres trabajando en el área de las Ciencias Exactas y Naturales, entre los cuales se encuentra el de la física argentina.
"Este crédito me permitirá financiar todos los gastos asociados al proyecto de investigación, incluidos aquellos relacionados a la participación en conferencias para darle visibilidad a mis resultados y a las colaboraciones con otros científicos en diferentes lugares del mundo”, dijo Lucila.
La joven de 31 años, nacida en la ciudad de Buenos Aires, es licenciada y doctora en Física por el IB, donde se formó con el grupo de Materia Condensada del Centro Atómico Bariloche, siendo su director de tesis el físico Carlos Balseiro. Vive en Bruselas desde 2022 y planea quedarse allí hasta poder retornar a la Argentina como investigadora. “Mi gran anhelo es poder hacer ciencia en mi país. De hecho, me he presentado a la convocatoria de Ingresos a la Carrera de Investigador Científico 2023 del CONICET, que actualmente se encuentra en proceso de evaluación”, detalló.
Lo que viene
Acerca de su próxima etapa de investigación dijo que estará vinculada con el trabajo por el que recibió el premio: “Un gran conjunto de ideas ha emergido en relación con este resultado, muchas de ellas volcadas en el proyecto de investigación que será financiado por el FNRS y L’Oreal. Los próximos pasos involucran el estudio de ese resultado formal en diferentes modelos físicos de interés, así como también su extensión y generalización a sistemas fuera de equilibrio termodinámico. En este momento me encuentro finalizando un manuscrito con resultados que considero muy interesantes en esta dirección. Asimismo, muchas de estas ideas forman parte del proyecto de investigación que presenté recientemente en mi solicitud de ingreso a la Carrera de Investigador Científico del CONICET”.
El Prix Théophile De Donder
El 14 de diciembre, en Bruselas, se realizará la ceremonia oficial de entrega de este premio de la Academia Real de Ciencias, Letras y Bellas Artes de Bélgica que reconoce, cada tres años, al mejor trabajo original en el área de la física matemática realizado por investigadores en Bélgica.
En esta oportunidad, el premio distingue el aporte de un artículo científico publicado en diciembre de 2023 en la revista Physical Review Letters, destacado en ese número de la revista, por el equipo editorial.
La investigación fue íntegramente realizada en la Université Libre de Bruxelles, en Bruselas, y su autoría pertenece a Lucila Peralta Gavensky, Nathan Goldman y Subir Sachdev, profesor de física de la Universidad de Harvard.
“En nuestro trabajo aplicamos nociones matemáticas asociadas a la topología para clasificar fases cuánticas de la materia. Para ello, utilizamos una relación termodinámica sencilla y elegante, conocida como fórmula de Streda. Esta fórmula relaciona un determinado coeficiente de transporte (es decir, un coeficiente de proporcionalidad entre una corriente y campos externos aplicados) con la variación de densidad de partículas de una muestra al aplicar un campo magnético externo”, señaló la joven física.
Y describió que en ciertos materiales aislantes, esa respuesta está cuantizada, es decir, que toma valores bien definidos: “Es una respuesta extremadamente robusta, reflejando el hecho de que este observable físico está protegido topológicamente. Cuando las interacciones entre las partículas del sistema son muy fuertes, resulta complejo identificar de manera formal cuál es el invariante topológico que cuantiza la respuesta y por qué”.
“Una de las condiciones que emergieron de nuestro cálculo tiene que ver con la validez de un teorema, conocido como teorema de Luttinger, que ha sido central en el desarrollo de la teoría de muchos cuerpos en la materia condensada. Este es un campo de la física donde se busca describir y entender las interacciones colectivas entre átomos, algo que incide en potenciales aplicaciones tecnológicas”.
Su formación en el Balseiro
Lucila Gavensky Peralta realizó la mayor parte de sus estudios universitarios en el Instituto Balseiro. Para ingresar a estudiar física en el IB, realizó sus primeros años de carrera en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. Luego, rindió un examen de admisión y resultó elegida para recibir una de las becas que el Estado nacional otorga a los ingresantes del Instituto. Se recibió de Licenciada en Física en 2015, obtuvo su título de Magíster en Ciencias Físicas en 2016 y el de Doctora en Física en 2022.
- La investigadora, que entre sus hobbies disfruta la literatura, la música y el arte en general, comenta que la formación académica recibida en el Instituto Balseiro ha sido crucial para su trabajo y que lo primero que hizo cuando terminó de escribir el borrador del artículo científico fue enviárselo a su director de tesis de Doctorado, Carlos Balseiro, y al profesor de materias de posgrado, Armando Aligia, ambos integrantes del grupo de Teoría de la Materia Condensada del Centro Atómico Bariloche de la CNEA, donde ella realizó su doctorado.
- Confesó que lo que más disfrutó de la carrera de grado y posgrado fue la interacción tête-à-tête con docentes, investigadores e investigadoras de altísimo nivel académico. Esto permite estudiar en un ambiente donde se aprende y se comprende, desde un principio y en las aulas, qué significa hacer investigación, intentando siempre empujar los límites de aquello que está ya escrito en los libros o en los artículos publicados.
- Sobre su actividad docentes contó que tuvo un cargo en el IB como auxiliar de primera en la carrera de física, y que es una de las cosas que más extraña desde que llegó a Bruselas. “Fui docente en Introducción a la Física del Estado Sólido y en Mecánica Cuántica. Es en esos momentos de discusión con los estudiantes, con tiza en mano y frente al pizarrón, donde uno no sólo desarrolla la habilidad de resolver un problema de formas diferentes sino también donde uno descubre la infinidad de formas del razonamiento científico, tantas como seres humanos. Aprender a percibir y comprender cada una de estas formas, implica realizar un esfuerzo por entablar un lenguaje en común durante ese proceso de comunicación. Esto creo es extremadamente valioso no sólo para hacer investigación, sino también para nuestro crecimiento como individuos sociales”, destacó la científica.
- Manifestó que lo que más disfruta de la física es el proceso creativo que hay detrás de ella. “Muchas veces la denominación de ciencia dura genera una idea equivocada de que nuestro trabajo es monótono y siempre guiado por principios matemáticos. Nada más lejos de la realidad. La realidad es que en nuestro trabajo vivimos imaginando posibles respuestas a fenómenos no comprendidos en la naturaleza, y poniendo a prueba esta intuición, relaltó.
- También se refirió a la vinculación entre arte y ciencia. “Este proceso creativo creo que tiene varios puntos en común con el arte. Por supuesto que luego debemos someter estas posibles respuestas al rigor científico. Es muy gratificante cuando nuestra intuición es acertada, pero es aún más apasionante cuando nos tropezamos con algo que escapa nuestra comprensión inmediata. Es en este momento en que comenzamos una carrera obstinada por entender un fenómeno, sometiéndonos de esta manera a un proceso de aprendizaje constante, más importante cuanto más desafiante la pregunta”, concluyó la premiada.