"Educar desde la perspectiva de Derechos Humanos en el nivel superior. Experiencias formativas en los procesos de Memoria, Verdad y Justicia" fue el tema de una jornada que se llevó adelante en el marco del Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, los 25 años de la Facultad de Educación y los 10 años del proyecto “La Universidad en la Recuperación, Formación y Difusión de los Procesos de Identidad y Memoria Colectiva” del Rectorado. Fue una iniciativa de esa Facultad junto con la secretaría Académica de la Universidad.
En la ocasión disertó Ana María Careaga, especialista en la temática, quien declaró en varios juicios que investigan delitos de lesa humanidad y genocidio. Actualmente es doctoranda e investigadora en la temática de las consecuencias subjetivas del terrorismo de Estado.
La decana de la Facultad de Educación, Ana Sisti, fue la encargada de abrir el encuentro que reunió a docentes, personal de apoyo académico e interesados en la temática. Sisti definió a la educación en Derechos Humanos como una herramienta indispensable para el cambio social. "Como institución formadora de formadores apuntamos a un estudiante crítico, con actitudes de respeto y defensa de esos derechos que hemos ido ganando a través de las distintas luchas sociales", señaló.
A partir de 2015, esa Facultad incorporó en la etapa de ingreso un taller de Derechos Humanos a cargo de profesionales del área del Rectorado. Al respecto la Decana puso en valor esa acción sostenida en el tiempo, lo que implicó un puntapié inicial de otras actividades posteriores como el dictado de talleres optativos para estudiantes de todas las carreras de la Facultad, la generación de un módulo virtual en el campus de la UNCUYO, la presentación y pronto desarrollo de la Cátedra Libre de Derechos Humanos y diversas instancias de sensibilización y visibilización de estas temáticas.
Para cerrar Sisti destacó la generación de este espacio que fortalece la política educativa institucional de gestión y colabora en la sensibilización en el tema en un momento propicio para atender a la memoria la verdad y la justicia. "El desafío es poder poner en discusión desde dónde miramos los derechos relación con la educación, qué compromiso asumimos institucionalmente al respecto; en qué lugar se posiciona la educación, cómo favorecer la transversalidad del abordaje y de qué manera propiciar la apropiación entre docentes, personal de apoyo, estudiantes y egresados de estos derechos".
Posteriormente, la secretaria Académica del Rectorado, Dolores Lettelier, hizo hincapié en la importancia de la formación en Derechos Humanos como eje transversal en la educación. "Celebro que la Facultad de Educación sea la que tracciona esa formación por el hecho de que forma formadores. Qué mejor que aquellos estudiantes que serán futuros docentes tengan incorporado este valor no solamente desde los contenidos disciplinares sino también desde los valores", sostuvo.
Inés Lucero, integrante del proyecto “La Universidad en la recuperación, difusión y formación de los procesos de identidad y memoria colectiva”, presentó a Careaga y enfatizó en el objetivo de la actividad: “Reflexionar y construir conjuntamente la necesidad de pensar nuestras prácticas cotidianas, en este caso las prácticas educativas como docentes y partícipes de la comunidad de la UNCUYO, como también de otros espacios formativos y educativos por los que transitamos desde una óptica de los Derechos Humanos, y específicamente lo que va ligado a los procesos de memoria verdad y justicia en nuestro país y en el ámbito local”.
Ana María Careaga: historia en primera piel
La especialista se mostró agradecida por la invitación de la Universidad. “Es muy interesante la oportunidad a 25 años de la creación de la Facultad de Educación y a 10 del Proyecto sobre Derechos Humanos”, apuntó.
Careaga consideró un privilegio trascender lo que aparece dado como verdades absolutas, para poder pensar cómo se construye el pensamiento y se transmite. “No es casual que convoquen a hablar para educar en la perspectiva de Derechos Humanos, partiendo de los procesos de memoria, verdad y justicia, porque la lucha que hubo en los movimientos de derechos humanos fue una lucha de vanguardia, que escribió nuevas modalidades de pensamiento”, añadió.
Finalmente, sobre la formación en Derechos Humanos la disertante enfatizó en la importancia de que estas políticas públicas acerca de la memoria se puedan perpetuar, dinamizar, ampliar y sostener por las futuras generaciones. "Que la Universidad haya hecho propia una experiencia histórica que es transversal, es fundamental", concluyó.