Para mejorar la atención del servicio de almuerzo que ofrece el Comedor Universitario, la UNCuyo realizó una serie de modificaciones edilicias. Además diseñó una propuesta de menú más saludable y equilibrado para los estudiantes y el personal que almuerzan allí a diario. Los cambios en la infraestructura y el menú se presentarán el lunes 9 de marzo, a las 12.
Los arreglos edilicios
La reforma en el interior comenzó con la demolición de un anexo en el norte del salón, que permitió ampliar el espacio del Comedor.
Se renovaron 1.500 m2 de pisos con el sistema de revestimiento “piso sobre piso”, técnica que no requiere deshacerse de la capa anterior, lo que representa una ventaja en el costo y el tiempo. Para el piso se utilizaron placas scoop, de alto tránsito y de un color que garantiza un nivel de limpieza óptimo.
Previo a ese trabajo, con máquinas desengrasantes y desincrustantes químicos se lavó la superficie con ácido para obtener uniformidad. Además se nivelaron todos los ingresos y se protegieron los cantos vivos de placas con perfiles de aluminio.
También se acondicionaron todas las puertas metálicas y dos de blindex y se cambiaron los vidrios rotos y de policarbonatos en mal estado en puertas y portones.
Los trabajos de pintura se concretaron en el salón, pasillos y cielo raso, y en el exterior en canteros y carpintería metálica (puertas, ventanas, portones). También se revocó el frente y el sector lateral del edificio.
Por último se renovaron los sistemas de riego por aspersión, con temporizador en los jardines, y por goteo en los árboles del estacionamiento. Se colocaron nuevas plantas y arboleda en los espacios verdes que rodean al Comedor.
Equipos para la cocina
Se incorporaron hornos covectores y máquinas industriales como amasadora, sobadora, procesadora, cortadora de fiambres y mix. También se adquirió una hidrolavadora, y elementos de mantenimiento, como amoladora y herramientas de mano.
Otras mejoras
En las Residencias Universitarias para estudiantes que viven fuera del Gran Mendoza se recuperaron 48m2 de mampostería deteriorada por la humedad. Esta tarea implicó picar las zonas más afectadas, limpiar y secar. Las paredes se trataron con productos especiales que permiten una buena adhesión del revoque. También se hizo un blanqueo grueso sumándole material hidrófugo para evitar la humedad.
Por último, se cambió parte del mobiliario como sillas, hornos eléctricos y vajilla (platos, cubiertos, vasos y tazas).