Cuando se dice que los seres humanos somos la plaga de nuestro planeta, uno no sabe bien cómo tomarlo pero generalmente terminamos por darle la razón. Dentro de la lista de agresiones del hombre que dañan la naturaleza encontramos el hecho de que somos excesivos productores de basura. Ahora bien, generalmente cuando hablamos de basura nos referimos a la domiciliaria, común y corriente; poco sabemos de aquellos que son extremadamente peligrosos e infecciosos: los residuos patológicos (R.P.).
Los RP son elementos sólidos, líquidos o gaseosos que presentan características de toxicidad o actividad física, química o biológica que pueda afectar perjudicialmente la salud humana, animal o vegetal y causar contaminación del suelo, el agua o el aire. Estos residuos contienen microorganismos patógenos, la exposición a los mismos puede provocar enfermedades infecciosas en las personas. Todo elemento que halla entrado en contacto con los microorganismos patógenos es considerado un RP, entre ellos: jeringas, guantes, restos de sangre, fluidos humanos y de animales, restos humanos, elementos punzo-cortantes, etc.
Los RP se generan en los centros de salud humana y animal (hospitales, clínicas, veterinarias), centros de investigaciones biomédicas (laboratorios) y en los que se utilicen animales vivos.
Tratamiento de los RP:
En un primer momento, los RP deben segregarse en bolsas de color rojo y los corto-punzantes en recipientes resistentes especiales. Estos desechos peligrosos en ningún caso deberán transportarse junto con la basura municipal, para esto deberán emplearse vehículos especiales y el traslado estará a cargo de transportistas y operadores habilitados.
Entre las tecnologías disponibles para el tratamiento de los RP se encuentran el autoclave, el tratamiento por microondas y la incineración. Esta última es una de las más usadas, los residuos son quemados bajo condiciones controladas para oxidar el carbón y el nitrógeno presente en los residuos. Este tratamiento destruye cualquier material que contiene carbón, incluyendo patógenos y además reduce considerablemente el volumen de los residuos. Como desventaja nos encontramos con que la operación y el mantenimiento son complejos y los costos de mantenimiento son elevados, pero por sobre todo, las emisiones gaseosas que provoca contienen contaminantes.
La proyección de incineradores de RP es cuestionada por los organismos ecologistas. Verónica Odriozola, (coordinadora de la campaña de tóxicos de Greenpeace Argentina) en una nota publicada en "Argentina en peligro" (revista Gente) dijo que la incineración de RP una tecnología severamente resistida en el primer mundo y que "la exposición a las emisiones de los incineradores se vincula, con certeza científica, a malformaciones congénitas, defectos inmunitarios, aborto espontáneo y cáncer".
Las leyes nacionales y provinciales reflejan que estos desperdicios deben ser tratados por métodos ideados para mejorar las características físicas y de manipulación que eliminen su potencial infeccioso, reduzcan el volumen, vuelvan irreconocibles los desechos e impídanla inadecuada reutilización de los residuos que pudiesen ser reciclables.
En relación a la política ambiental de Mendoza, María Elena Abraham y Aldo Rodríguez Salas dicen que la provincia no cuenta con plantas de RP y que las diversas iniciativas han fracasado por el incumplimiento de las evaluaciones del impacto ambiental o por la resistencia de la población (revista Aportes).
El impacto ambiental ocasionado por los sistemas de tratamiento de los RP no es el único problema al que nos enfrentamos. A veces éstos ni siquiera reciben tratamiento, en muchas ocasiones se han encontrado RP dispuestos como residuos domiciliarios o retiros por transportistas no habilitados. Éste como otros problemas con los que nos confrontamos los ciudadanos sucede porque el sistema falla ya que los organismos oficiales y no oficiales no cumplen con su trabajo.
Elisa S. Luján
Silvana7lujan@hotmail.com
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22 de noviembre de 2024