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Se prepara el “G8 club” para su próxima reunión

Celebrará su reunión anual la primera semana de Julio en Escocia.  El foro ha comenzado a delinear los principales puntos claves a tratar sobre la gestión de la política y la economía mundial.

El Grupo de los Ocho (G8) es el "club" formado por los jefes de estado de los siete países más ricos, más influyentes y más industrializados del mundo: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido; más Rusia. Este último se incorporó en Junio de 2001 durante la reunión anual en Kananaskis, Canadá.

Estos mandatarios se reúnen una vez al año para hablar sobre el devenir de la economía, la política y la sociedad mundiales y para acordar líneas comunes de actuación en estos campos. La próxima reunión del G8 se llevará a cabo del 6 al 8 de julio próximo en Gleaneagles, Escocia.

Las propuestas e iniciativas, que este grupo de países hace y lleva a los foros de decisión internacionales,  han ido variando a lo largo de los años. Pese a ello, cumbre tras cumbre, encontramos una invariable reafirmación de las “bondades” de la globalización neoliberal y un impulso continuado de las reformas que han de permitir la liberalización comercial y financiera, las privatizaciones, la flexibilidad del mercado laboral y las políticas macroeconómicas (como el déficit cero en el presupuesto y las elevadas tasas de interés).

Este mensaje se ve diluido en los medios de comunicación tras anuncios espectaculares en temas como la lucha contra la pobreza o las iniciativas de reducción de deuda.

Sin ir más lejos, en la reunión de los ministros de economía del G8, el pasado 11 de Junio el ministro británico, Gordon Brown, anunció la cancelación de la deuda multilateral de los países más empobrecidos. Este tema será prioritario, según expresó Brown  a la BBC durante la reunión del grupo en Escocia.

El convenio exige la aplicación de medidas de transparencia y de lucha contra la corrupción por parte de los 18 países beneficiarios. La mayoría de los países son africanos, pero también incluye a Nicaragua, Honduras, Guyana y Bolivia. En total se les perdonarán más de 76 mil millones de dólares, dinero que deben principalmente al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y al Fondo de Desarrollo Africano.

Recordemos que en la línea de imponer medidas económicas neoliberales, el G8 ha demostrado una eficiencia y un éxito sorprendentes, pero en la lucha contra la pobreza o la deuda, por citar algunos temas, no ha mostrado tanta diligencia ni eficiencia. Ejemplo de ello fue la truncada Iniciativa para los Países Empobrecidos Altamente Endeudados (PEAE) de alivio de la deuda en 1996 por el G7 (antes no estaba incluida Rusia) y reafirmada en 1999. La misma fue ineficiente para afrontar los problemas de los países endeudados, muchos de los cuales han visto como sus niveles de endeudamiento siguen siendo tan elevados como antes, después de aplicar las políticas requeridas por el FMI para hacer efectivo el alivio de la deuda.

Las promesas de cancelación de la deuda a los PEAE realizadas por mandatarios del G8 no supondrán más que un escaso e insuficiente alivio de la deuda, condicionado a la aplicación de políticas económicas neoliberales. Estas condiciones suponen a una violación de la soberanía de los pueblos para decidir qué desarrollo quieren y, además, responden a los intereses comerciales de los países ricos y sus empresas transnacionales.

Romina Scafati.

romipauli@gmail.com

Escenarios Latinoamericanos.

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