La Guía de actuación integral en salud estudiantil es el resultado de un trabajo colaborativo entre la Universidad Nacional de Cuyo y el Gobierno de Mendoza, que busca dar respuesta a los problemas de salud mental del estudiantado. Se presentó en un encuentro que tuvo lugar en la casa de estudios y del que participaron autoridades de ambas instituciones y un invitado especial.
La jornada se planteó en dos instancias una de presentación de la Guía de actuación integral y otra destinada a estudiantes, sobre prevención del suicidio.
La rectora Esther Sanchez, junto al Ministro de Salud y Deportes de la Provincia, Rodolfo Montero y Luciano Grasso, psicólogo clínico y profesor universitario, se refirieron a la tarea que ejercen desde las distintas instituciones y al trabajo que han desarrollado para la concreción de este trabajo.
En el acto de presentación, Sanchez agradeció al equipo de Bienestar Universitario de la UNCUYO por su importante trabajo vinculado a la salud mental, siempre pensando en la comunidad universitaria y en especial en los estudiantes.
La Rectora habló de la obligación de la Universidad en el abordaje del tema y ponderó la dinámica de su equipo y de los aportes que hicieron desde el área en los diferentes congresos de Bienestar Universitario. Asimismo, se refirió a lo extraordinario de tener este tipo de herramientas que permiten caracterizar el problema y saber qué pasa y cómo actuar ante una situación límite.
Destacó los beneficios de compartir los avances que tienen en las universidades y copiar lo que realmente funciona: “Es una coconstrucción de las soluciones, que se hace en equipo”.
Y agregó en esa línea: "Hemos vivido situaciones muy complejas en nuestra Universidad y el Ministerio de la provincia nos ha acompañado incondicionalmente".
Por ello, instó a trabajar todos juntos colaborativamente y en conjunto de manera articulada para darles soluciones a los problemas con un uso eficiente de los recursos que en estos tiempos son pocos.
Sanchez apostó a seguir avanzando en estos temas considerados de interés nacional por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que en su última reunión propuso que Bienestar Universitario sea una de las funciones esenciales del sistema universitario.
El ministro de salud, Rodolfo Montero, agradeció la posibilidad de participar de la presentación de la guía, por considerar que es un acto de salud pública muchas veces más importante que los cortes de cintas "ya que tiene un impacto enorme en la forma de atención".
El funcionario explicó que los sistemas de salud tienen grandes desafíos por su propia dinámica de funcionamiento y la necesidad de revertir el orden y darle prioridad a la prevención ante la asistencia. Algo que es muy difícil, remarcó.
Para ello, lo primero que hay que hacer, dijo, es ponerse de acuerdo con todos los espacios para que la idea prospere. Y dentro de ese plan uno de los temas fundamentales es la salud mental.
Montero aseguró que van a continuar trabajando de manera articulada con la Universidad y con la Dirección General de Escuelas (DGE). Además de seguir con la atención de adolescentes en centros de día, un proyecto que se inició en la gestión anterior, y que invertirán en hospitales especializados en salud mental, entre otras acciones previstas dentro de ese camino.
"La problemática es muy compleja. Es un desafío muy importante para quienes nos toca asumir la responsabilidad de dirigir las políticas públicas de salud. Así que toda la ayuda que tengamos de los diferentes sectores y en especial de los que trabajan día a día con adolescentes es bienvenida", advirtió el funcionario.
Luciano Grasso felicitó esta apuesta de la UNCUYO, que se presenta en el contexto de una crisis en salud mental que tienen que ver con los malestares psicosociales y con la profunda e injusta desigualdad que es una de las deudas de la democracia. Manifestó la necesidad de un Estado presente tanto en la educación pública como en la salud pública.
El especialista dio estadísticas de salud mental, de los graves problemas que en la actualidad atacan, especialmente, a los más desfavorecidos, entre ellos, los jóvenes. Y sobre esa base se refirió a las respuestas que deben dar los sistemas de salud, lo que no se logra de un día para otro sino que lleva años.
Reflexionó sobre la necesidad de establecer políticas públicas transversales que involucren a otras áreas en acciones concretas para abordar los problemas de salud mental. Y habló de trabajar en la articulación de los sectores, complementar y optimizar recursos.
"Un área en la que debemos dar prioridad es la prevención", alertó Grasso e instó al involucramiento de esta problemática.
Juan Pablo Cebrelli, secretario de Bienestar Universitario de la UNCUYO, detalló que la guía prevé cuáles son los casos que pueden suceder dentro de la Universidad en relación a salud mental y que ameritan dar una respuesta. Cómo hay que ayudar a la persona en cada caso y también tiene todo el recursero de los ámbitos que hay que contactar. La idea, a futuro, es dar capacitaciones para que esta guía sea cada vez más conocida y utilizada.