Setenta y ocho empleados de la UNCUYO que trabajan en la dirección de Maestranza, del Comedor, de la dirección de Deportes, del Liceo Agrícola y de la facultad de Artes empezarán a cursar el Nivel Medio.
Entre ellos hay quienes tienen que realizar todo el secundario, o cursar algunos años o bien sólo rendir algunas materias. Un grupo de 38 iniciará las clases el 25 de abril, mientras que el resto lo hará desde el 6 de junio.
El Personal cursará de lunes a jueves a partir de las 15, en un espacio acondicionado del Comedor universitario. Lo hará bajo una modalidad semipresencial, con orientación en Ciencias Naturales.
Esto es posible gracias a un acuerdo específico de colaboración que firmó la UNCUYO con la Dirección General de Escuelas (DGE). El CENS Nº 3-408 “Belgrano Educador” fue designado para implementar la iniciativa.
En ese contexto, el rector Daniel Pizzi comentó que se viene trabajando hace un tiempo a partir de una demanda muy específica y que existe un fuerte compromiso de mejorar la situación de los trabajadores. “Se avanza en una de las estrategias más importantes para la Universidad como es la capacitación del personal de apoyo académico”.
Además afirmó que en la decisión política de trabajar en forma interinstitucional, la respuesta de la DGE fue casi inmediata. “Resulta muy difícil avanzar en forma aislada”, reflexionó Pizzi.
Por su parte el titular de la DGE, Jaime Correas, señaló que se trata de “un acuerdo virtuoso, donde la Universidad va a poner el aula y nosotros todo el aparato docente, para conseguir la terminalidad educativa de una serie de empleados”. Además resaltó que trabajar con la Casa de Estudios implica un alto nivel de calidad.
Tanto el secretario de Bienestar, Rodrigo Olmedo, como el subdirector de Educación de Jóvenes Adultos, Miguel Ángel Sánchez, coincidieron en que el acuerdo formaliza el sueño de muchos trabajadores y visibiliza la educación de jóvenes y adultos.
Para el secretario general del Sindicato de Personal de Apoyo Académico (SPUNC), Miguel Ángel Menchón, el convenio es un incentivo para que los trabajadores se perfeccionen en sus tareas y consigan una mejora económica en su remuneración.
Así la UNCUYO busca garantizar la igualdad educativa en términos de derechos y oportunidades con un proyecto de terminalidad educativa que se adapta a las necesidades de su personal.