La Universidad del Siglo XXI: Una reflexión desde Iberoamérica es el lema del Tercer Encuentro Internacional de Rectores que tuvo como escenario a la ciudad de Río de Janerio, Brasil. Se eligió como sede teniendo en cuenta la conmemoración de los 450 años de la fundación de la Ciudad, en reconocimiento a la importancia y calidad del sistema universitario brasileño -con 220 universidades formando parte de Universia- y al protagonismo y liderazgo creciente de Brasil en el mundo.
El rector Arturo Somoza se sumó a la jornada en la que rectores y presidentes de casas de estudios de 46 países, analizaron el futuro de la Universidad, su capacidad de respuesta a las demandas de la sociedad actual y de favorecer las relaciones entre universidades iberoamericanas y del resto del mundo a través de diferentes mesas de debates.
Algunos de los puntos que se discutieron tienen que ver con el eje La Universidad hoy: ¿Cómo nos vemos?, ¿se nos considera necesarios en el desarrollo de nuestras sociedades?
Otro de los temas que atraviesó la jornada fue la Universidad y los estudiantes: ¿cuáles son sus nuevos perfiles y habilidades?, ¿hasta qué punto cubrimos sus expectativas?
Calidad y renovación de la enseñanza; investigación, innovación y transferencia; y universidad y entorno social son las temáticas restantes.
Acrulac y Elaces. El rector Somoza estuvo al frente -como vicepresidente- de las reuniones que mantuvieron los miembros que integran la Asociación de Consejo de Rectores de Universidades de América Latina y el Caribe (Acrulac) y el espacio Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior (Elaces). Se trata de dos espacios de discusión que expresan la universalidad de los sistemas universitarios nacionales de sus países y que buscan aportar a las políticas de Educación Superior en la Región.
Actividades anteriores. En 2005 se celebró el I Encuentro Internacional de Rectores en Sevilla, con la asistencia de 500 rectores, y cinco años después tuvo lugar el II Encuentro en Guadalajara, México, con la asistencia de 900 rectores recogiendo sus conclusiones en la “Agenda de Guadalajara”.