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Son 1.200 los mendocinos alistados en el Servicio Militar

23 de marzo de 2009, 17:32.

Este año se inscribieron 400, que se sumarán a los 800 que ya estaban enrolados. Susana Giménez instaló el debate de volver a hacerlo obligatorio. La opinión de la gente.

La conductora de televisión Susana Giménez abrió un nuevo debate en la sociedad luego de que declarara que debería volver a instaurarse el Servicio Militar Obligatorio en el país para "sacar a los jóvenes del paco y bajar la inseguridad". Así, sus dichos se colocaron una vez más en el centro de la escena y reavivaron viejas discusiones.

Desde que en 1994 por decisión del entonces presidente Carlos Menem y a raíz del crimen del soldado Omar Carrasco, de 18 años, quedara desactivado el Servicio Militar Obligatorio, entró en vigencia en el país la modalidad de voluntario.
 
En todas las jurisdicciones que abarca Mendoza (ciudad, Tupungato, Uspallata, Campo Los Andes y Puente del Inca) hay un total de 800 soldados voluntarios, mientras que para este año ya hay anotadas 400 personas (las inscripciones, que iniciaron en febrero, seguirán abiertas durante esta semana en Boulogne Sur Mer 1600, oficina de Reclutamiento).

A los jóvenes se les pide que tengan el secundario completo, certificado de buena conducta y además deben pasar por un examen psicofísico.

"Todos los años, los inscriptos superan nuestras expectativas", expresó el teniente coronel Carlos Alfonso, jefe de comunicación institucional del Comando de la Octava Brigada, con asiento en Mendoza.

Los jóvenes de 18 a 24 años (su contrato termina a los 28) son los encargados de desenvolverse como soldados voluntarios dentro de las distintas unidades que hay en la provincia.
 
"Si luego quieren, ya tienen una proyección de carrera y pueden seguir una profesión dentro del Ejército. Cuentan con un sueldo digno y obra social. Se les inculca valores, orden, disciplina, normas de conducta, a defender los intereses de su país y actividades militares", detalló Alfonso.

Los Andes hizo un recorrido para recolectar las diferentes posturas de los mendocinos sobre la conveniencia o no de hacer obligatorio el servicio militar. Algunos en contra, otros a favor, lo cierto es que todos dieron opiniones, visiones y razones tan diversas como la propia complejidad que encierra el tema.

Esteban De Lucía (40), de Godoy Cruz, explicó que hablar de la vuelta o no del Servicio Militar Obligatorio es extremadamente complicado porque merece una discusión seria donde deben estar involucrados todos los actores públicos y privados que intervengan en problemáticas relacionadas con la juventud, la seguridad, el trabajo y la drogadicción.

"Yo me pregunto varias cosas: ¿si la idea es sacar a los chicos de la calle para que vayan al Ejército, entonces va a existir más presupuesto y materiales disponibles para que ese lugar funcione correctamente? ¿Los chicos van a dejar de drogarse por eso? Pienso que está bien que el Servicio sea voluntario para que los que estén allí sea porque realmente lo quieren. Aunque, a veces, también creo que siendo obligatorio se mejoraría la situación de muchos más jóvenes que podrían aprender un oficio, sí o sí, sin excepción (ser carpinteros, mecánicos, conductores de camiones, etc)", dijo De Lucía.

César (60), de Godoy Cruz, cargó contra la diva de la televisión. "Susana dice eso porque no sabe lo que es el Servicio Militar de la Argentina, donde toman el modelo prusiano que maltrata y humilla a la gente".

Además, el hombre aseguró que si bien es cierto que en una época el Ejército enseñó a leer y escribir a algunas personas que no sabían, hoy en día ese rol ya lo cumplen los colegios nocturnos.

Constanza Herrera (26), de Capital, señaló que el Servicio Militar Obligatorio no es la opción que hay que elegir. "El camino es contener a los jóvenes para que ninguno deje de estudiar o trabajar. A los chicos hay que darles educación y enseñarles oficios, dos herramientas básicas que les permitan reinsertarse en una sociedad de la cual están excluidos. Ya se demostró que el sistema militar obligatorio no es la salida", detalló la joven.

A su vez están aquellos mendocinos que comparten la opinión de Susana:

José Osorio (64), de Guaymallén, "si el sistema se implementa correctamente, permite formar el carácter de los jóvenes. Enseña lo que es la autoridad y a respetarla. Aprenden el concepto de Nación. Además, las Fuerzas Armadas existen para defender nuestras fronteras".

Osorio coincidió con la diva en que el Servicio Militar Obligatorio "sacaría a los chicos de la calle que viven situaciones críticas y les daría otra oportunidad. Cumpliría un rol fundamental en una edad crítica, como son los 18 años, para que aprendan disciplina y orden".

Edgardo Recalde (34) también se mostró a favor de la propuesta. "Yo me salvé de hacer el Servicio Militar, pero debería volver a ser obligatorio porque hay mucha gente a la macana y robando en la calle. En ese momento, muchos compañeros míos que eran terribles y les tocó hacerlo, salieron templados, amando a su familia y a su país", manifestó Recalde.

Elena Díaz (69), una jubilada que vive cerca de varios colegios secundarios de Godoy Cruz, expresó: "Estoy de acuerdo con que sea obligatorio porque abarcaría a chicos en edades muy conflictivas que han perdido un poco el sentido de las cosas y fuman marihuana todo el día, independientemente de la clase social que sean. Les inculcaría a los chicos las ganas de trabajar y, al mismo tiempo, los alejaría de las drogas y la delincuencia".

Susana Giménez: "La vuelta de la colimba sería una solución"

Por Juan Carlos Aguiló - Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Plantear la vuelta del Servicio Militar Obligatorio me parece un exabrupto de un personaje lamentable. Me preocupa que Susana se transforme en una vocera de un tema que tiene un alto nivel de complejidad y lo hable con una simplificación absoluta. La exclusión o inseguridad no se solucionan con más mano dura o con el Servicio Militar Obligatorio.

Esto es un problema de raíz estructural que tiene que ver con la distribución de la riqueza. La eliminación de este sistema obligatorio fue la mejor conquista de la democracia, no por el presidente que lo hizo (Carlos Menem), porque lo realizó para responder a una cuestión política, sino por el hecho de que se entendió que el pasaje de los jóvenes por los cuarteles no era formativo y era antidemocrático, ya que no se respetaban sus derechos, como el de trabajar o estudiar, más allá de los abusos y atrocidades que ocurrieron.

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