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Sui Generis

Una vez más, el virtuoso guitarrista Luis Salinas estuvo en nuestra capital para presentar su último CD, “Salinas y amigos en España” y charló en exclusiva con Agencia Taller. Desmedido talento y humildad en medio de un llano creativo asolador.

13 de mayo de 2005, 18:52.

Muchas veces, son tan grandes las oleadas de artistas en gira, que terminan desinformándonos acerca de quienes nos visitan. En mi caso particular,  la vecina de arriba, Juli, (una rubia quinceañera) se encarga de hacerme saber (a todo volumen), sobre algunos espectáculos del momento. Hace un par de semanas, comencé a escuchar una voz quejosa y suavecita de un muchacho que le cantaba a una chica que la quiere tanto que dice 83 veces la palabra “amo” un la misma canción. Por ello, frente al peligro inminente de aprender de memoria el estribillo y, anteponiendo mi ignorancia sobre el show business, le pregunto a Juli: “¿quién es este?”, y me respondió: “Aaaaxeeellllll” !!!!!,  e inmediatamente de atrás un - power -coro púber gritó tanto, que terminó por confirmar el perfil de “Aaaaxeeelllll” .

A buena hora, Luis Salinas no vive este furor y puede caminar tranquilo por la calle con su hijo. La mercadotecnia lo debe clasificar como “guitarrista de world music no masivo” o algo por el estilo. Y ese ha sido desde siempre, el camino recorrido por Salinas que no para de recibir elogios de los grandes músicos (en especial guitarristas) del mundo entero, aunque que en su país pasa bastante inadvertido. Por lo antedicho, sin dudas el afamado guitarrista era el blanco para una entrevista personal. De primera, su manager garantizó sólo 5 minutos después de los conciertos, si bien no era lo buscado, era la única oferta.

Los caminos de la vida

Yo, mientras tanto, para preparar el cuestionario, profundizaba en su biografía, que dice que es natural de Monte Grande, provincia de Buenos Aires, que para George Benson  es uno de sus guitarristas favoritos, mientras que, nada menos que Chick Corea habla de él como "Uno de los grandes músicos argentinos", además de visitarlo en su departamento cuando toca en Argentina. También su historia cuenta que es músico autodidacto y que no estudió en ningún conservatorio. Estos hechos han procesado su vida de la simple crónica a leyenda.  Entre sus cualidades artísticas, la que más llama la atención, es la versatilidad por la que se mueve en géneros musicales, no sólo del mapa argentino, sino mundial.

Maravillosa esa noche

Cerca de la hora del primer recital (el viernes 6), en la cola para sacar entradas del Teatro Independencia, la gente conversaba amablemente. Hombres mayores con zapatos de nobuk marrón claro y campera haciendo juego, una profesional de 30 y pico que venía de la oficina intentado despegarse frenéticamente de las últimas llamadas a un celular con un ringtone de Lenny Kravitz, jóvenes con guitarras enfundadas en humildes estuches de tela sintética que citaban nombres como Satriani, Firp, Vai o Villalobos y hasta un infaltable rollinga. Así parecen suceder ahora las cosas este globo globalizado, aunque con fenómenos aislados como Salinas, capaz de reunirlos en una misma velada.

Al fin, la segunda noche, fue la del encuentro. Esperé detrás del escenario y al fin salió,  sobreprotegido por su manager: primero saludó al personal técnico y se dirigió hacia mí, guiado por su manager. Muy alto y corpulento, con anchos jeans, remera negra (la ropa con la que tocó) y un saco abrigado, me estrechó su mano (mágica) y hasta ahí, no estuve nervioso.

- ¿En cada actuación, además de un repertorio fijo, improvisas mucho?

- Nos estamos moviendo con el disco, pero dejamos que sucedan las cosas. Para mí la improvisación es la creación del momento y cuando sucede hay que dejarlo. Por ahí un músico tiene una vuelta de solo, y yo veo que esta inspirado, y le pido que haga otra más.

- ¿Todos los músicos con los que te rodeas tienen formación autodidacta?

- De principio son autodidactas, y algunos como Juan Cruz Urquiza han estudiado. El Mono (Izarrualde) también, pero esencialmente son “músicos de oído” que después se instruyen. El único burro soy yo! (risas)

Salinas insiste en ser humilde pero los demonios que se meten en su cuerpo cada vez que interpreta su repertorio no lo dejan, y terminan conspirando contra su coartada. Basta con decir que se da el lujo de tocar con los más renombrados guitarristas de España, cuna del flamenco. Y ellos allá lo reciben como uno de los mejores del mundo. Como si de pronto un club de fútbol argentino contratara a un mediocampista de Belice ¿no?. La liga extraordinaria donde juega Salinas forma con jugadores como el gran Tomatito, una leyenda viviente española, B.B. King (no sólo a Pappo invitó a tocar), Raimundo Amador o el maestro brasileño Hermeto Pascoal. No cabe dudas, que además de poseer un don natural para ejecutar su instrumento (lo que hace en el escenario es paranormal!), tiene un doble perfil que lo ubica en un limbo que pocos comparten: transitar los senderos musicales más dificultosos, coleccionando múltiples estilos del

planeta pero, paralelamente, ser una cosa sola: un individuo único en su especie.

- ¿Con qué músico vivo, compartirías un escenario?

- (Piensa) Y yo amo a Stevie Wonder, y me gustaría algún día tocar son Salgan (Horacio) y Delio.

- ¿Y De Lucia?

- Y Paco claro. Pero no puedo tocar con Paco, él toca todas las notas!!! (risas)

- La leyenda dice que Hendrix se suicidó porque no pudo sacarle más sonidos a su guitarra. ¿ Vos cada cuánto encontrás uno nuevo?

- Lo que pasa es que ahora estoy viviendo un momento muy especial que tiene que ver con mi hijo, que tiene cinco años. Yo estoy separado y vivo para él. En este momento aunque parezca lo contrario, cuando estoy tocando, él es lo que más me interesa en la vida y lo que más me mueve. Entonces eso no me podría pasar, vivo motivado.

¿Cuántas guitarras tenés?

No, poquitas: dos criollas, una electro- acústica y una eléctrica,

La realidad de los jóvenes argentinos de los últimos 40 años ha sido verdaderamente complicada, y ni pensar la de los chicos privatizados de los 90. A esas generaciones les cuesta mucho sacrificio a diario independizarse y chocar contra el modelo paternal que les dictaron: vivir sin el subsidio familiar o el sueño de la casa propia. Pero hay que mirar buenos ejemplos y no perder esperanzas. Luis Salinas recién tuvo su primera guitarra a los 25 años: “Si, hasta ese momento tocaba con guitarras prestadas. Era muy gracioso por que yo las pedía por unas horas y las devolvía a los días y después, nadie me las quería prestar”. Estas cosas y otras como pernoctar en Plaza Once porque al otro día debía ensayar y el colectivo a Monte Grande tardaba 4 horas, constituyen los duros inicios del guitarrista, allá, a mediados de los 80.

- ¿Te animarías algún día a hacer algo con la tonada cuyana?

- Nooo... (hace un gesto exagerado.)  Mirá, la otra vez me decían que era muy difícil tocar la guitarra en España, y yo les comentaba que tocar en lugares como éste es más difícil, porque es un pueblo musical y la guitarra forma parte del paisaje. Yo tengo mucho respeto no sé... dejo que las cosas fluyan.

- Pero si te animaste tocar con los grandes de España, ¿Acá no sería más difícil?

- Si, es verdad, me tengo que quedar a tocar un poco con los guitarreros de acá.

Réquiem para 6 cuerdas

La crítica ha quedado impresionada con la presentación de su octavo y último disco. Su banda de 8 músicos de primer nivel parecen tener, en vez de partituras, un planisferio: tocan salsa, flamenco, zamba, chacareras, jazz, milonga, tango, bossa. Desafortunadamente la charla fue corta, incluso el viernes no se pudo concretar, por lo que ésta  se cumplió de milagro. Me quedé con ganas de preguntarle ¿Qué opina del joven que se interesa por su música, pero no tiene dinero para comprar el CD y recurre a la piratería? o ¿cómo te parece que el Estado debe apoyar a los artistas?

Me quedará el recuerdo de todos hipnotizados, con Salinas enorme sobre el escenario. Sólo, haciendo el amor con su guitarra: dominándola mientras que ella vibra en notas sostenidas, con sus cuerdas gimiendo hasta quedar extasiados, borrando el lugar y el tiempo.

 

Fabián Sepúlveda

fabsep@hotmail.com

Departamento Cultura

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