Participaron
del acto, en el cilindro central del CICUNC, el rector Arturo Somoza; el
vicerrector Gustavo Kent; el secretario de Extensión, Fabio Erreguerena; la
coordinadora del CAP, Adela Monge, autoridades universitarias e invitados
especiales.
Hicieron
llegar sendas notas de adhesión el Ministerio de Educación de la Nación y el gobernador de
Mendoza, Celso Jaque.
En
cuanto a la observación permanente, Tedesco apuntó que es indispensable “para
saber los cambios acelerados que hay que anticipar”. Por otra parte, subrayó
que en este tipo de investigaciones es necesario “calificar las demandas, ya
que éstas están desigualmente distribuidas”, existiendo en la sociedad sectores
que “no llegan a transformar sus necesidades en demandas”.
Los
“cambios internos” que la investigación puede generar -señaló- deben superar
“la lógica corporativa y la lógica interna de cada disciplina, que son
legítimas”, para instaurar una “lógica de las necesidades sociales de
aprendizaje”.
En
ese sentido, destacó que “el conocimiento y la información tienen un lugar
central, no sólo en el ámbito de la producción y la economía, sino también en
el desempeño ciudadano”. Y en contrapartida, “muchas demandas ciudadanas
ayudarán a orientar la búsqueda de conocimientos científicos”.
Todo
este proceso de articulación e interacción, en fin, requerirá “un enorme
esfuerzo ético y cognitivo mayor que en el pasado, especialmente en campos como
el Ambiente y la Justicia Social”.
En
la apertura del acto, el rector Somoza enmarcó la investigación “en el contexto
del cambio de paradigma” en el que está embarcada la UNCuyo, por el que la
oferta universitaria no se determine sólo por “las capacidades y
potencialidades internas, sino que responda a las demandas y necesidades
sociales”.
Por
ello, aseguró que la consulta con la sociedad “se mantendrá, con el apoyo de
todos nosotros y también de los actores sociales, porque se trata de una
responsabilidad primordialmente nuestra pero no exclusivamente nuestra, en una
institución absolutamente ligada al devenir de su comunidad”.
El
secretario Erreguerena agradeció que se le haya encargado a la EDIUNC la publicación del
trabajo y puso de relieve que, con ella, se inaugura una nueva sección de la
editorial, dedicada a las políticas públicas y prácticas ciudadanas.
En
cuanto a la obra, señaló que “es alentador el preguntar a la sociedad acerca de
las temáticas de la agenda universitaria”, ya que el resultado constituye “un
insumo fundamental para un modelo abierto de Universidad, a través de un
estudio serio y una mirada sólida desde una sociedad compleja, para terminar
con la autorreferencia y la endogamia”.
El
vicerrector Kent vinculó la iniciativa de la investigación con la política de
territorialización que desarrolla la
UNCuyo que tiende a “construir con los Departamentos la
respuesta de la
Universidad a las necesidades locales”. Esta estrategia
institucional responde a “la obligación, como Universidad Pública, de buscar la
mirada externa para construir, en un ida y vuelta, esa respuesta. Se acabó
-sentenció- la Universidad
de la receta”.
La
coordinadora Adela Monge agradeció la colaboración prestada para concretar la
iniciativa de parte de las instituciones pública y privada que integran el
Consejo Asesor Permanente, de los referentes consultados y del equipo que
trabajó en el relevamiento y procesamiento de todo el material.
A
continuación proyectó y comentó un video que sintetiza la investigación y
algunos datos relevantes derivados de ella, que están contenidos en el libro,
un ejemplar del cual fue entregado a cada uno de los presentes.
Sobre
el estudio
Recientemente
declarado de interés educativo nacional por la Secretaría de Políticas
Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, el objetivo
principal del estudio fue indagar sobre el papel y el lugar de la Educación Superior
en la sociedad y, específicamente, el rol que juega la Universidad en la
región, no sólo como centro de investigación, sino también como enlace en la
búsqueda de soluciones sobre las diversas problemáticas sociales actuales de
Mendoza.
Para ello, se consultó tanto a referentes calificados de nuestra provincia (dirigentes, directivos o representantes de organizaciones e instituciones de diversos ámbitos sociales), como a la sociedad mendocina (encuesta masiva de 1200 casos en todo el territorio provincial).
En
esta búsqueda de la mirada externa respecto de la comunidad universitaria, se
identificaron múltiples demandas a la Universidad, entre ellas, en cuanto a su rol
social. Se destacó la necesidad de una mayor participación e involucramiento de
la misma, tanto en temáticas estratégicas para el desarrollo -medio ambiente,
energía, minería, innovación productiva- como en temas de alto impacto social:
justicia y seguridad, educación y salud.
En
este sentido, las formas de intervención más requeridas por la sociedad son el
trabajo junto a otras instituciones para la solución de problemas (66,6 %),
identificación de problemas futuros (48,4 %), participación en la elaboración
de políticas de Estado (46,7 %).
La Universidad es considerada por la sociedad como una de las instituciones que aún conserva su prestigio social. Se la percibe como un ámbito pertinente y estratégico para definir e instalar en la agenda pública los principales temas provinciales y regionales y también para promover encuentros intersectoriales que propicien el debate y la discusión sobre un proyecto de provincia y de país.