“Desembarazar del mal al mundo”, tal es la doctrina que pronunció George Bush II poco después del 11 de septiembre de 2001. Y, fiel a sí mismo, la está llevando adelante contra viento y marea. Y contra niños, ancianos, intelectuales, pobres, inocentes, indefensos, países subdesarrollados y pueblos diferentes. Porque en el fondo lo que hay es una simple cuestión económica y de poder. Porque un barril de petróleo vale más que una vida humana (y ahora que aumentó el precio, imagínense).

Terrorismo, según el diccionario, es “dominación por el terror”; “sucesión de actos de violencia para infundir terror”. Terrorista es “persona partidaria del terrorismo”; “que practica actos de terror”; “dícese del gobierno, partido, etc. que practican el terrorismo”. Sí, también puede ser terrorista un gobierno.

No vamos a hacer apología de los atentados terroristas del 11-S y 11-M, pero sí es necesario que digamos que estos actos no se originaron de la nada, ni mucho menos. Que estas atrocidades son respuesta, en cierta medida, a atrocidades cometidas antes con los pueblos pobres, diferentes a los occidentales, con otras creencias, y poseedores de territorios ricos en ciertos recursos naturales.

¿Dónde se alojan los terroristas? ¿En Irak? ¿En Afganistán? Sin duda que allí hay personas partidarias del terrorismo. Pero también hay personas partidarias del terrorismo en Estados Unidos, y por supuesto en uno de sus más fieles aliados, en Israel, que lleva en su cuenta de asesinatos a palestinos más personas que todas las fallecidas en los atentados del 11-S y 11-M. Porque estos han sido espectaculares, cubiertos por los medios desde todos los puntos de vista. ¿Y los palestinos que mueren todos los días en las incursiones israelíes? ¿Y los refugiados que son desplazados? ¿Y los niños que se quedan huérfanos?

En el país más poderoso del mundo, desde el cual se lleva a cabo la “guerra preventiva” para “desembarazar al mundo del mal” también se alojan terroristas. Cubanos disidentes del régimen castrista que han planeado atentados viven felizmente en EEUU, también altos oficiales que han participado en los recientes golpes de Estado en Venezuela viven allí. Es de público conocimiento que Ben Laden fue entrenado por EEUU en la época de la Guerra Fría para oponerse a la ex URSS en la guerra que esta mantuvo con Afganistán en los ’80.

A partir de esto podemos interpretar que en realidad el gobierno de EEUU considera “terroristas” solamente a aquellas personas y a aquellos países que se oponen a sus intereses, porque aunque infundan terror y realicen actos de este tipo, como por ejemplo las incursiones israelíes, no se los condena ni se libra contra ellos ninguna “guerra preventiva”.

Dos bodas

Dos casamientos han sido noticia esta semana que ha pasado. Uno, la boda real en España, para la que se llevaron a cabo grandes operativos de seguridad por temor a un atentado. Es que, claro, importantes personalidades de todo el mundo se concentraban allí.

El otro enlace que fue noticia es el que resultó blanco de un bombardeo norteamericano en el norte de Irak, cerca de la frontera con Siria. El ejército de EEUU quiere que se dude de que esto realmente era un casamiento, ya que según ellos se había identificado el lugar como refugio de opositores.

Sin embargo hay pruebas y testigos de que realmente se trataba de una celebración tradicional de casamiento. Existe un video, filmado por una de las víctimas del bombardeo, que muestra a las personas celebrando, cantando y charlando. Y también se muestra en la misma cinta la caravana por el desierto que escolta al auto que lleva a los novios.

Pero se ha utilizado mucha más tinta y muchas más horas de video para la primera boda que para la segunda. Es más fácil encontrar información sobre los colores de los vestidos de los asistentes a la boda real que sobre las víctimas en Irak.

Esto, ¿no es terrorismo? Si hubiera habido sólo un pequeño disparo en la boda del príncipe de España los francotiradores (que, pobres, con la lluvia se les complicó el trabajo) hubiesen exterminado al autor. Si un ataque de la magnitud que sucedió en la celebración de Irak hubiese pasado en España el último sábado habría salido en todos los diarios como un atentado terrorista. Pero como fue en un casamiento en el norte de Irak simplemente fue un error del ejército más poderoso del mundo.

Cecilia Pérez Druetta
Ceciliaperez27@hotmail.com