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ULISES SE QUEDA EN SAN RAFAEL

Nota 1. Cada año, cientos de adolescentes y de jóvenes son Ulises. Embarcan y, resistiendo el canto de las sirenas, que los tienta a regresar a ese pasado dorado, previsible, de la infancia, siguen viaje en mares borrascosos. Ellos son marineros y capitanes de sus destinos. Malargüe, La Paz, Real del Padre, Villatuel, Carmensa… dejan sus pueblo, su gente, y vienen a Mendoza, a estudiar. Sin embargo, existe otra historia. Es la Odisea de los que se quedan cerca. San Rafael crece como centro universitario en la provincia. Y la Secretaría de Bienestar Universitario incrementa sus servicios allí.

04 de agosto de 2006, 17:04.

imagen ULISES SE QUEDA EN SAN RAFAEL

El sur de cerca

San Rafael, departamento poblado por 160 mil almas, al sur provincial, se constituyó los últimos años en un polo universitario que, incluso, atrae estudiantes de departamentos y provincias vecinas. Allí hay carreras privadas (profesorados varios, Trabajo Social, Diseño, entre otras) y públicas. La UNCuyo posee la facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria, donde se estudia Ingeniería Química y Profesorado de EGB3 en Educación Polimodal de Química, así como dos carreras intermedias: Bromatología y Químico analista. También se encuentra allí una delegación de Ciencias Económicas y existen ofertas de Filosofía Y Letras (hay varios profesorados).

Si la UNCuyo está allí, no podíamos faltar nosotros. Como no ocurrió antes, los estudiantes sureños tienen ahora servicios y contención para universitarios, que la Secretaría de Bienestar Universitario ha ido llevando, de a poquito. Años atrás, la Secretaría de Bienestar Universitario estaba en San Rafael, pero tenuemente. Existía una delegación de una cooperadora, en el subsuelo de la una facultad, atendida por un empleado, que se encargaba de administrar las becas. El sur estaba lejos. Actualmente, trabajan allí dos administrativos, una trabajadora social, una médica de familia, una psicóloga y una profesora de teatro. En breve, se habilita a los estudiantes un edificio de doscientos metros cuadrados de superficie, de dos pisos, a doscientos metros de las facultades de la UNCuyo (en Francia 295, esquina Córdoba), para consultorios, trámites, con un lugar para estudiar… Desde hace cuatro años, cuando comenzaron los cambios, el sur está un poco más cerca. Ahora no se trata sólo de becas.

Estuvimos allí, viendo los preparativos de la inauguración y charlamos con trabajadoras de la Secretaría. El desarraigo, el estrés, las instituciones. ¿Qué les pasa a los estudiantes universitarios del sur?

Ingenieros artistas

Eliana Oliva es trabajadora social, sanrafaelina. Comenta que, al ingresar encontró que la vida de la oficina se limitaba a la administración de las becas. Albana, administrativa de la oficina y al mismo tiempo alumna de Ingeniera Química, comenta qué significó para los estudiantes su llegada:

–Cuando entró Eliana, fue como una bocanada de oxígeno. Trajo ‘ideas raras’. Nos propuso, por ejemplo, hacer teatro. ¿Cómo se le ocurría eso? Nosotros, ingenieros, cuadrados… Ese tipo de experiencias nos abrió la cabeza.

Y explica Eliana:

–Hubo que descubrir otras demandas, más allá de las económicas: por ejemplo, el desarraigo de los chicos de los distritos, de Alvear y de Malargüe. Escuchan otra música, se visten y hablan diferente.

¿Qué hacer ante ese panorama, con chicos jóvenes, que dejan su pueblo, que se sienten solos, incomprendidos o, incluso, discriminados?

E:– Queremos propiciar espacios de encuentro y espacios saludables. Darse cuenta de que eso le pasa no sólo a una persona, sino a la mayoría. Buscamos una formación integral. Cine-debate, abrir teatro a otros grupos. Queremos reunir en un mismo espacio a estudiantes de ingeniería, de psicología, de trabajo social, de economía, para ver qué sale.

La presión de ser universitarios

La semana que viene vamos al grano, ya sin introducción: hablamos también con la médica de familia y con la psicóloga de la delegación sureña de la Secretaría de Bienestar Universitario, tratando de averiguar qué les pasa a los universitarios sureños. Ante todo, para conocerlos. Pero también para que nos conozcamos a nosotros mismos, habitantes de la capital mendocina o de sus alrededores. ¿Les pasa lo mismo que a los estudiantes de aquí?

Continuará la semana próxima...

Germán Fernández
Para ¡en contActO!, boletín de la Secretaría de Bienestar Universitario
2006

 

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