Un coche bomba atribuido a la organización separatista ETA explotó hoy en un estacionamiento de la Universidad de Navarra, en el norte de España. Dejó un saldo de al menos 17 heridos en la explosión en el Edificio Central de la institución y la Biblioteca de Humanidades en Pamplona.
La explosión se registró en un estacionamiento ubicado entre el Edificio Central de la Universidad y la Biblioteca de Humanidades, en la ciudad de Pamplona, poco antes de las 11 hora local (8 de Argentina) y sin aviso previo.
Según fuentes policiales, la explosión causó heridas leves al menos a seis personas, que recibieron el impacto de cristales rotos, mientras desde el lugar de los hechos la prensa local informa que hay diecisiete heridos en el Hospital Universitario.
"No recibimos ningún aviso, por lo que la Universidad no pudo ser evacuada", afirmó Jesús Días, jefe de prensa del centro universitario privado en declaraciones radiales.
Las clases fueron suspendidas en la Facultad de Comunicación, cercana al edificio central y la biblioteca, cuyos cristales resultaron rotos.
Las fuerzas de Seguridad tampoco fueron alertadas de la colocación del coche bomba, un Peugeot, aunque se está rastreando una llamada en nombre de ETA realizada a los servicios de ayuda en carretera DYA y a un medio de comunicación.
Varios automóviles estacionados cerca del coche bomba resultaron calcinados como consecuencia de la fuerte explosión, que se escuchó en toda la casa de altos estudios, y causó daños en los cristales del Edificio Central.
El portavoz del gobierno de Navarra, Alberto Catalán, no dudo en atribuir el atentado a ETA, después de que la policía desarticulara el martes un comando de reciente formación en Navarra, tras la detención de cuatro personas con explosivos y armas en su poder.
Después de la desarticulación del "comando Nafarroa", el Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que los etarras detenidos estaban "dispuestos y preparados para atentar".
El atentado de hoy es el sexto perpetrado por ETA desde 1979 en la Universidad de Navarra, el primer centro universitario privado del país, fundado por el Opus Dei en 1952.
Rubalcaba: "Podría haber sido una enorme tragedia"
El ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que la explosión de un coche bomba en la universidad de Navarra (norte) de cuya colocación ETA "no avisó del todo intencionadamente o se equivocó" podría haber sido "una tragedia enorme".
El comunicante anónimo que avisó en nombre de la organización separatista armada vasca una hora antes del atentado en el aparcamiento de la Universidad de Navarra en Pamplona, que ha causado 17 heridos leves, "o bien no avisó del todo intencionadamente o se equivocó", dijo Rubalcaba en rueda de prensa.
Según el ministro, el comunicante anónimo avisó a la Asociación de Ayuda en Carretera DYA en Vitoria (País Vasco, norte) dando "el modelo, un peugeot, y el color, blanco" y situando el coche "en el campus universitario", por lo que la policía vasca acudió al campus de la universidad de Vitoria.
La policía vasca "levantó el operativo" al no encontrar el coche que haría explosión en la Universidad de Navarra.
El coche bomba estalló sobre las 11H00 locales (10H00 GMT) en un aparcamiento de la Universidad de Navarra, una hora después de la llamada, a pesar de que no se pudo encontrar el vehículo antes de la deflagración.
"Estalló un coche bomba en el aparcamiento, cerca del edificio central. Seguro que hay heridos porque es una zona donde hay mucha circulación", declaró una empleada de la universidad a la AFP.
"Simplemente estalló y no había nadie (cerca del coche, ndlr). Dentro de la desgracia ha habido suerte", añadió el ministro español, quien reveló que el coche empleado en el atentado había sido robado el miércoles en Zumaia (País Vasco) y su sustracción denunciada en una comisaría de la localidad cercana de Zarautz.
Rubalcaba se negó pronunciarse sobre sí el atentado pudiera ser una respuesta de ETA a la detención el lunes de cuatro presuntos miembros de la organización en Navarra y Valencia (este), en poder de armas y explosivos.
La organización armada retomó su campaña de atentados tras la ruptura formal de su último alto el fuego, en junio del 2007, matando en total a cinco personas: tres guardias civiles, un militar y un ex concejal socialista vasco.