Cada año estudiantes y docentes argentinos tienen la posibilidad de armar valijas y partir a cumplir un anhelo académico a Estados Unidos. En esta hazaña de unos pocos la Comisión Fulbright juega un papel decisivo: otorga becas de 15 a 17 mil dólares anuales por un período máximo de dos años. La Secretaría de Relaciones Institucionales de la UNCuyo, con el objetivo de difundir este tipo de oportunidades, muchas veces desconocidas para la comunidad universitaria, convocó a la Magíster Graciela Abarca para una exposición por partida doble en la Provincia.
Luego de la concurrida jornada del 30 de octubre en la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria, de San Rafael, la especialista, proveniente de Buenos Aires, repitió el curso al día siguiente en la Ciudad de Mendoza. El Cilindro Sur del CICUNC se vio ocupado por más de cien personas, hecho que refleja la avidez de los estudiantes en lo referente a oferta de posgrado.
La coordinadora de Fulbright en Argentina dividió su presentación en dos partes. En primer lugar se centró en el proceso para solicitar la admisión a posgrados de Estados Unidos -independientemente de que se tenga o no una beca de la Comisión- explicando todos los pasos hasta el momento de enviar los formularios a las universidades. “Revisamos las fuentes de financiamiento que se pueden captar, donde entran las ayudantías de cátedra y las becas de organismos varios; pasamos por los diferentes exámenes que deben rendirse, las cartas de recomendación que hay que conseguir y cómo presentar los diplomas y certificados analíticos”.
A los participantes se les entregó material sobre becas del BID, de la OEA, del Banco Mundial, algunas más específicas como las becas de Fortabat, para Harvard, o las de la American University Women, para mujeres; pero la explicación más detallada se la llevó la oferta de becas de Fulbright. Esta organización, que debe su nombre a un elogiado senador norteamericano, ya difunto, para Argentina postula plazas de posgrado con manutención cubierta por doce meses y la posibilidad de renovar por un año más. Se hace cargo también del pasaje de ida y vuelta y del seguro de salud, a la vez que ayuda al postulante a gestionar la exención del pago de matrícula en la universidad escogida, trámite cuyo éxito depende muchas veces de los antecedentes académicos del becario.
Taller estrenado en la UNCuyo
La segunda parte de la presentación, más cercana a la dinámica del taller, tuvo como eje la manera de escribir un buen ensayo de presentación. Los contenidos recomendados para este formato son los antecedentes propios, lo que se proyecta hacer en la institución seleccionada y la razón por la que se quiere estudiar en Estados Unidos.
Graciela Abarca imparte cursos de este tipo porque, como asesora académica de Comisión Fulbright desde 1998, periódicamente viaja a EEUU para recibir capacitación. Ella cuenta que “a pesar de que en Buenos Aires solemos hacer sesiones informativas abiertas al público, un taller como éste, del modo de escribir ensayos, aún no lo hemos ofrecido allá. Fue preparado exclusivamente para dictarlo acá, así que la primicia la ha tenido la Universidad de Cuyo. De todos modos tenemos pensado ofrecerlo en Buenos Aires y, si se puede, probablemente en otras provincias”.
“Para que un ensayo sea efectivo –expone la especialista- y no sólo en las admisiones, sino también para el ámbito académico en general, conviene seguir ciertos lineamientos. Es muy importante la etapa de estructuración de las ideas, que serán revisadas y pulidas hasta llegar al producto final. Igualmente fue interesante plantear a los participantes lo referido a las diferencias entre el estilo y las formas de organizar las ideas en español y en inglés”.
Causó buena impresión a Abarca buena impresión notar que varios estudiantes tenían conocimiento del sistema de educación superior en Estados Unidos y consideró que la charla sirvió para completar esa información. Asimismo, la coordinadora de Fulbright calificó de positiva la respuesta del público al taller. “Creo que fue útil para reflexionar sobre la falta de método que tenemos en la producción escrita y que no nos detenemos tanto a pensar en cómo organizar un artículo. El ensayo de admisión es un ejemplo de trabajo en el cual uno tiene que probar que es buen candidato y convencer al lector. Por ejemplo, respecto a las humanidades y las ciencias sociales -que es lo que Fulbright evalúa- somos asistemáticos en la producción. No hay una tradición, quizás, de ser riguroso en la forma de escribir y organizar las presentaciones. Por eso dentro del material que entregué incluí ejemplos de ensayos que fueron muy exitosos en las admisiones, con los comentarios de por qué fueron buenos”.
En relación a otras becas para estudiar en Estados Unidos Abarca diferenció a Fulbright en el hecho de que a los postulantes no se les exige tener la admisión de una universidad en la mano; todo el proceso se hace con la compañía y el asesoramiento de la entidad.
La Comisión Fulbright, que actualmente mantiene acuerdos bilaterales con 180 países, ya ha abierto la inscripción para el programa de Máster –el más conocido- para el año 2005. El plazo es del 2 de febrero al 30 de abril de 2004. Se puede obtener más información en la página web:www.fulbright.edu.ar
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