La idea del equipo que encabeza de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales es pensar cómo los procesos socio-políticos actuales afectan, o no, a la teoría política.
“Desde nuestro punto de vista, existe una necesidad imperante de actualizar la tradición teórica predominante en ciencia política que responde a una matriz fuertemente empírico analítica”; explicó Barreda. “Esta matriz -que se organiza con aportes del conductismo y del neopositivismo en la academia norteamericana- va a influir fuertemente para que las lecturas acerca del Estado, la democracia y los movimientos sociales de Latinoamérica, se hagan desde una fuerte impronta eurocéntrica y anglosajona”, agregó la docente.
El objetivo de esta investigación que subsidia la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado del Rectorado, es leer los procesos político-sociales de nuestra región en clave latinoamericana. “Esto, en primer lugar, no significa reemplazar una matriz eurocéntrica por otra latinocéntrica. En gran medida nos hemos conformado en esa matriz y no podemos negarla. Lo que nosotros intentamos hacer es retomar la idea de “traducción” de José Carlos Mariátegui y de todo el pensamiento crítico, que implica hacer un ejercicio de resignificación de las categorías que conocemos, para poder entender América Latina con mayor pertinencia”, argumentó la directora del proyecto.
Para ello, el equipo revisó las producciones inscriptas en el pensamiento crítico latinoamericano -colocadas por la tradición dominante en el lugar del mero ensayo, para diferenciarlo de “las ciencias” que usan el método, la recolección de datos, la estadística-.
“Cuando nos metimos en el análisis de este pensamiento nos encontramos con una tradición riquísima, con insumos desde la Sociología con nombres como los de Florestán Fernandes, Orlando Fals Borda, Pablo González Casanova, Aníbal Quijano; y desde la Filosofía, con Arturo Roig, Enrique Dussel, Franz Hinkelammert, entre tantos/as otros/as” añadió la docente-investigadora.
El período de tiempo que se analiza va desde la penetración del neoliberalismo en América Latina -concretamente desde el inicio de las dictaduras en el Cono Sur a fines de los 1960 y principios de 1970- hasta que se comienzan las prácticas de organización y resistencia de los sectores populares -a fines de los '90 y principios del siglo XXI-. Estos momentos de crisis –como los define el equipo- operan como canteras de producción teórica y también de experiencias concretas.
“Hay integrantes que se dedican a analizar los procesos de la dictadura y el comportamiento del Estado durante la transición democrática y cómo se va reconfigurando ese Estado. Porque creemos que en América Latina el Estado sigue siendo central en análisis”, aclara Barreda.
En este sentido, la investigación toma tres macro-categorías: Estado, democracia y movimientos sociales y las estudia en relación con procesos socio-históricos concretos.
Como casos, el equipo toma el del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil y el Movimiento Indígena Mapuche, en nuestro país.
En cuanto al Estado analizan su reconfiguración en la última dictadura militar y durante el Kirchnerismo.