Por Moisés Ortiz
Editor de ATPA
El teatro refleja la angustia existencial del hombre y desentraña la condición humana… A través del teatro, no hablan sus creadores, sino la sociedad de su tiempo”. Mensaje internacional: Víctor Hugo Rascón Banda (México)
En 1961 se instituye el 27 de marzo como Día mundial del teatro por iniciativa del Instituto Internacional del Teatro. En nuestra provincia se celebró el día 1 de abril con una serie de actividades incluidas en el Tercer tributo al teatro. Murgueros, malabaristas, artistas callejeros, estatuas vivientes, titiriteros, artistas populares y mucha gente comprometida con el arte brindaron al público todo su potencial.
En el escenario principal ubicado en el centro de la Plaza Independencia, un locutor presentaba las murgas que se dieron cita al festejo. Al mismo tiempo, el elenco de “El Taller”, al mando de Ernesto Suárez, improvisaba en el anfiteatro situado en el sector noroeste de la plaza. Posterior a esto, estuvieron presentes las propuestas de juegos de creatividad, títeres, ejercicios de clown y estatuas vivientes, entre otras manifestaciones artísticas. Todo en un marco ideal para disfrutar del buen arte y conocer qué es el teatro.
“El teatro es poder expresar lo que uno siente, las alegrías, las emociones, la tristeza. El arte es patrimonio de la humanidad y lo puede hacer cualquiera, no es patrimonio de los artistas solamente”, comentaba a ATPA Carlos Capurro, artista popular y titiritero.
Al reflexionar sobre el momento actual que está viviendo el teatro en nuestra provincia, Capurro expresaba lo siguiente: “el teatro en Mendoza esta mirando muy adentro. Es una visión que se viene trayendo desde los claustros de la Universidad Nacional de Cuyo. Es un teatro que no sale hacia fuera, no sale a mostrarse. Hay elencos muy buenos, pero la gente no consume teatro. Hay que hacer una reforma cultural, tenemos muchos artistas sin público y mucho público sin artistas. El proceso que falta es tirarlo hacia afuera y que lo practique mucha gente sin temor”.
Un ex – actor, Rodrigo, alejado de las tablas pero con un sentimiento muy fuerte hacia el genero, exponía lo siguiente sobre la función del teatro y su pasión por éste: “Si vamos a ser fríos es una función social, que la gente vaya y se sociabilice, pero si vamos a ir a lo profundo, es una función educativa en todo aspecto”. Finalizó diciendo: “Para mi el teatro es una gran pasión y lamentablemente lo tengo un poco abandonado porque puse toda mi energía en otra profesión y me esta faltando la pata del teatro”.
Las actividades culminaron en el Teatro Independencia con la lectura de un mensaje internacional elaborado para tal evento y la presentación de la labor de jóvenes directores mendocinos con la puesta en escena de fragmentos de sus obras más representativas.