En el marco del “Día Mundial sin tabaco”, que se conmemora el 31 de mayo, la UNCUYO buscó concientizar sobre los efectos nocivos que el consumo de tabaco produce en la salud de las personas y sobre cómo afecta en el ambiente.
Por ello es que, desde la secretaría de Bienestar Universitario, a través de su Coordinación de Salud Integral, se invitó a toda la comunidad universitaria a sumarse a una nueva campaña de recolección de colillas de cigarrillos en el Campus.
En la oportunidad, también se inauguraron los primeros recipientes para el descarte adecuado de estos desechos contaminantes en distintos puntos del Centro Universitario: Facultad de Ciencias Económicas, Dirección de Deportes, Comedor e ingreso al Rectorado.
Precisamente, desde estas últimas instalaciones el secretario de Bienestar Universitario, Gustavo Montoya destacó la idea como una propuesta de concientización y de acción importante para la comunidad universitaria, y agradeció a la municipalidad de la Ciudad de Mendoza, quien se sumó a la iniciativa construyendo y facilitando los descartadores. “Queremos fabricarlos también nosotros para poblar los distintos espacios de la Universidad dentro y fuera del Campus, aunque de lo que se trata, y con la concientización de por medio, es que podamos retirarlos”, agregó el funcionario.
“Contamos con la ayuda de más de quince estudiantes voluntarios y voluntarias que colaboraron en la colocación de los recipientes y recolección de colillas, y que seguirán haciéndolo. De esta manera contribuimos no sólo en la concientización para no fumar sino en el hecho de que si fumás, descartá la colilla de esta manera”, enfatizó Montoya.
Por su parte, la coordinadora de Salud Integral, Erica Labeguerie comentó que –en el contexto de la efeméride- la idea es avanzar en la recolección de colillas y su descarte, y posteriormente en una segunda etapa en el reciclado de estos desechos, a través de un convenio con Reciclar, una organización local que trabaja el reciclaje de colillas para fabricar ladrillos.
“Su impacto no es sólo en la salud individual de las personas sino también está presente en el ambiente”, manifestó Labeguerie, a lo que añadió: “De hecho, estuvimos cerca de 40 minutos recogiendo colillas en las inmediaciones del Rectorado y son bastantes las que pudimos visualizar, descartadas en tierra y agua en las acequias. Como residuos contaminantes, la colilla de un cigarrillo es un filtro en el que quedan atrapadas sustancias tóxicas, un residuo no biodegradable que tarda entre 10 y 20 años en desaparecer, pero mientras tanto contamina nuestra agua, suelo, y en una provincia como Mendoza con emergencia hídrica ello es importante señalar”.
Para cerrar, la responsable de Salud Integral, agradeció la labor de los/as voluntarios/as que se involucraron en la iniciativa, promoviendo la acción desde esta Coordinación, como la promoción de la salud entre pares. En tal sentido sostuvo: “Creemos que así se llega mucho más lejos que con cualquier acción de campaña que podamos realizar. En la medida que podamos trabajar en la recolección de colillas, pero también hablar de ambientes 100 por ciento libres de humo de tabaco vamos a poder cumplir mejor con espacios de estudio y trabajo más saludables”.
Sobre la producción y el consumo de tabaco
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dispuesto como lema para este año “El tabaco envenena nuestro planeta”. Tomar conciencia sobre los efectos del consumo de tabaco en el mundo es urgente ya que el impacto nocivo de la industria del tabaco sobre el medio ambiente es enorme y va en aumento, lo que afecta todavía más sobre los ya escasos recursos y sobre los frágiles ecosistemas de nuestro planeta.
Pero no sólo afecta al medio ambiente, el consumo de tabaco mata a más de 8 millones de personas cada año a nivel mundial. El cultivo de tabaco, su producción, distribución y consumo junto con los desechos posteriores al consumo traen como consecuencia daños irreparables en la salud humana, tanto en fumadores activos como en fumadores pasivos.
La UNCUYO Saludable
La Casa de Estudios tiene una larga experiencia de trabajo en esta temática. En el año 2015, obtuvo la certificación como Universidad Saludable, en donde uno de los ejes de acreditación eran los ambientes cerrados 100% libres de humo de tabaco. A partir de esta instancia, se comenzó a trabajar en una normativa de avanzada que en 2017 se aprobó y hoy rige para todos los ambientes cerrados y semicerrados de la Universidad.
En 2018, la Universidad se sumó a la iniciativa de Voluntariado “Respira Salud”, que pertenecía al proyecto de Campus Eco-Saludable de la Coordinación de Salud Integral, un proyecto reconocido por la Legislatura de Mendoza como de interés para la ciudadanía. Fue entonces que se comenzó con la recolección de colillas en el Campus. De dicha actividad, se reunieron 9 kilogramos de residuos que envenenan tierra, aire y agua.