Con la intención de trabajar en red, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza convocó a la Universidad Nacional de Cuyo y a representantes de otras instituciones de educación superior públicas y privadas para presentar su programa de Buenas Prácticas para el Bienestar de las Personas con Discapacidad.
El intendente de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suarez, invitó a las universidades e institutos presentes a trabajar en conjunto y a involucrarse para continuar con el fortalecimiento de la Ciudad del Bienestar, con el desarrollo económico, con la agenda ambiental y con la agenda social.
La rectora Esther Sanchez resaltó la transformación cultural que caracteriza la iniciativa: “No sólo se trata de trabajar con las personas con discapacidad, sino con el resto de las personas. Me parece una propuesta extraordinaria por parte de la Ciudad de Mendoza de trabajar en conjunto”.
“Las universidades debemos salir del rol de ser solo formadoras y generadoras de conocimiento, para ser cercanos a la sociedad”, afirmó la titular de la UNCUYO.
La decana de la facultad de Educación, Ana Sisti, participó del encuentro y puso a disposición esa unidad académica para todas las acciones que puedan realizar en conjunto.
“Todos somos parte de la misma sociedad, y para pensar en procesos inclusivos tenemos que estar todos de acuerdo en cómo llevar adelante esta posibilidad”, destacó.
El programa
Buenas Prácticas para el Bienestar de las Personas con Discapacidad en la Ciudad de Mendoza plantea cursos de formación para la ciudadanía con perspectiva de discapacidad, mayor movilidad social, inclusión social y bienestar, entre otros puntos.
Entre los números de la propuesta se destacan:
- Más del 75% de empleados de la Municipalidad capacitados.
- Más 700 vecinos formados en los puntos inclusivos (Centros de atención municipal).
- Más 20 Empresas // emprendedores capacitados.
- 10 empresas tienen personas con discapacidad empleadas después de realizar esta capacitación.
La articulación con las instituciones de Educación Superior
La academia es un aliado estratégico y de suma importancia para tener ciudades inclusivas, ya que ellas dependen que la protección de los derechos sea exitosa, impulsan a las ciudades a generar espacios de encuentros amigables con la discapacidad, y fortalecen la participación activa de todas las personas con discapacidad.
La transición hacia un sistema educativo inclusivo debe comenzar por la la creación de comunidades inclusivas.