El rector Arturo Somoza agradeció el esfuerzo y la presencia de todos los actores que se involucraron en el proceso de elaboración del Plan Estratégico (PE) 2021 de la Universidad. En ese contexto, se concretó la última etapa de trabajo con el taller “Misión, visión, objetivos estratégicos y líneas de acción”, en el Espacio de la Ciencia y Tecnología (ECT). La máxima autoridad se refirió al PE como una labor “colectiva y participativa” cuyos insumos de trabajo provienen de la Tercera Evaluación Institucional completada por la UNCuyo y, con ello, remarcó que “es una de las dos academias del país que se encuentra en esa situación”. Siguiendo esa línea, el funcionario comunicó que se va a “imprimir el libro de Evaluación Externa por parte de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), que posiblemente a fin de año esté disponible en la Institución”.
El Rector destacó que se trata de “un paso más en una Universidad que, recogiendo encuestas y evaluaciones, es autocrítica y persigue mejorar día a día”, al tiempo que agregó que la institución “no se sienta en sus laureles” sino que analiza los aspectos en que debe mejorar. “Es una búsqueda de calidad permanente” que toma en cuenta su propio análisis y el de varios evaluadores académicos que “observan los elementos que tenemos que fortalecer”.
Caracterizó a esta última etapa de evaluación como un “proceso participativo, engorroso y complejo”, que cuenta con una buena metodología de trabajo pero que supone disponer del tiempo de su comunidad y sobre todo de quienes están más cercanos a las decisiones. “La pretensión es que con el tiempo y como institución crezca el proceso de participación para que haya más involucrados”. Mencionó que luego de esta fase de cierre, el siguiente paso es el Plan de Desarrollo Institucional.
El PE tiene una temporalidad de 10 años propia de una Institución que tiene mucha inercia y que para formar recursos humanos y profesionales, entre que se aprueba una carrera y egresan sus primeros alumnos pasan 8 años, indicó Somoza. “Por lo tanto estamos hablando de un escenario en el que quienes van a incorporase a la Universidad, se van a desempeñar y es imprescindible trabajar con la prospectiva en estos aspectos”. Los elementos críticos revisados son, por un lado, la matrícula universitaria que debe crecer de manera cualitativa y cuantitativa y, por otro, también fortalecer algunos aspectos de la formación inicial que muestran mayor vulnerabilidad. Para los alumnos, la mayor atención se da en los dos primeros años: “Es un tema que hay que atender como una dimensión importante”. Asimismo, se enfocó en la inclusión no como la incorporación de más alumnos en primer año sino como la posibilidad de que egresen.
"Hoy, la visión, misión, objetivos y los lineamientos estratégicos tienen que ver con la personalización de la UNCuyo”, ya que según explicó, tanto la Academia como la CONEAU entienden que los procesos evaluativos tienen que ser secuencialmente ordenados a la visión que tiene cada institución. “Si bien deben recogerse elementos universales hay que entender qué propósito persigue la Universidad y cómo se compara lo logrado con lo que se persigue. Esos objetivos son los que luego van a impactar en las próximas evaluaciones”, manifestó Somoza.
Por último, subrayó la dimensión de Integración Latinoamericana, que ejemplificó con un viaje que realizó a San Pablo como vicepresidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), donde se estableció la posibilidad de conformar una Asociación Universitaria que nuclee todas las conferencias de los rectores latinoamericanos y caribeños. “Ese elemento, dijo, va llevar a la definición del espacio de Educación Superior Latinoamericana y del Caribe. El mundo no termina en la frontera de Mendoza. Una Universidad Nacional no tiene jurisdicción provincial, tiene responsabilidad provincial, pero tiene impacto en lo regional, nacional y en el proceso de Integración Latinoamericana”
Por su parte, la coordinadora del equipo de Planificación, Evaluación y Seguimiento (APySE) del Rectorado, Adela Monge, hizo un repaso del recorrido transitado en el proceso de elaboración del Plan Estratégico. A su vez, presentó los resultados obtenidos en los talleres anteriores en los que se trabajó sobre el cuadro de situación de la Universidad y su entorno. En ese sentido, Monge se refirió al informe logrado a partir del recorte de la realidad interna y el contexto de la Casa de Estudios, en el que se identificaron fortalezas y debilidades, oportunidades y amenazas. Ese producto también fue el resultado de una serie de talleres complementarios y de consultas “on line”.
Monge definió al PE como una “propuesta” que posibilita el debate en donde se puedan expresar acuerdos y desacuerdos, para luego terminar de consolidarse y definir contenidos. Sobre ese eje, mencionó las fortalezas que posee la institución, como el avance de la incorporación y aplicación de los sistemas SIU (Pilagá - gestión económica, presupuestaria, financiera y contable; Pampa - gestión de personal; Guaraní - gestión académica), generación y transferencia del conocimiento de forma innovadora a través de la multidisciplinariedad, y las acciones de inclusión que se amplían para atender las diversas situaciones de vulnerabilidad social de los estudiantes. También se abordaron las debilidades, entendidas como la falta de un seguimiento integral del estudiante (caracterización social, económica, cultural y territorial), la actualización y expansión de la oferta no siempre cuenta con criterios explícitos y formales que permitan evaluar demandas, necesidades y pertinencia en el marco de escenarios futuros de educación superior e insuficiencias en el desarrollo de la comunicación institucional interna (canales y flujo de comunicación entre y al interior de todas las dependencias de la Universidad) y externa (de la Universidad hacia el medio).
Por otra parte, se dieron a conocer las oportunidades y amenazas. En el primer caso se rescató el crecimiento del flujo de intercambio estudiantil a nivel internacional y el incremento de la inversión en Ciencia y Tecnología por investigador que se concentra, fundamentalmente, en las Universidades. Como amenazas, se identificó las desigualdades estructurales (económica, social, cultural, ubicación geográfica) existentes en el acceso a la Educación Superior y por lo que se mantienen las brechas entre los jóvenes de los hogares de mayor nivel de ingreso y los de menor nivel de ingreso. Asimismo, se subrayó el tema de la permanencia y la terminación que se ve afectada porque los jóvenes deben trabajar y estudiar durante el transcurso de su carrera y el incremento del grupo de adolescentes y jóvenes que no estudian, ni trabajan.
A su vez se presentaron los desafíos identificados por secretarios de rectorado, graduados, consejos directivos, decanos y los institutos Multidisciplinarios y Balseiro, según 3 componentes estratégicos: Inclusión social, aporte al desarrollo regional y nacional e innovación en la gestión integral. (Click aquí para descargar el informe completo)
El paso siguiente fue la constitución de mesas colectivas en las que los participantes debatieron acerca de la misión, visión y líneas estratégicas de la Universidad.