Somoza mencionó el momento importante en que se encuentra la Universidad ya que está completando su tercera Evaluación Institucional, cuyos resultados permitirán hacer una revisión acerca de su misión, visión, proyecto estratégico y plan de desarrollo institucional.
En ese contexto, el Rector planteó cómo la Universidad debe interactuar con las fuertes temáticas que han aparecido a nivel mundial y particularmente en la Argentina. Mencionó la problemática de los Derechos Humanos y del Ambiente, cuyo abordaje involucra e implica una transversalidad y la necesidad de “espacios que trasciendan y no se circunscriban sólo a los interesados”.
Las temáticas relacionadas con los Derechos Humanos -señaló- no sólo tienen una pertinencia disciplinar sino que forman “personas más sensibles, formadas en valores”, y en ese sentido invitó a plantearse “posibles rediseños curriculares, generar experiencias nuevas e incluir estas temáticas como materias electivas u optativas, porque sino nos vamos a quedar en el discurso”.
“Hay que culturalizar -concluyó el rector-, hacer una cultura propia. No podemos plantearnos que un buen profesional sólo es aquél sólido en su disciplina sino que debe ser sensible y preocuparse por su entorno y su región”.
Belén Alvarez situó la realización del taller en el marco de las diversas iniciativas de la UNCuyo enfocadas a la formación integral tanto del nivel medio como universitario. Mencionó el programa de Voluntariado Universitario, la creación del Observatorio de Derechos Humanos de la provincia de Mendoza y la implementación del Programa Conectar Igualdad.
Destacó que este primer taller sobre Educación, Universidad y Derechos Humanos tiene que tener continuidad y realizarse con distintos referentes, y especialmente articularse con la formación académica de los estudiantes. Finalmente, dejó sentado que “las puertas de la Universidad están abiertas para todas las instituciones y entidades que esté interesadas en profundizar la formación en Derechos Humanos”.
La primera exposición del taller estuvo a cargo del secretario ejecutivo del Archivo Nacional de la Memoria, Carlos Laforgue, especialmente invitado para la ocasión.
El funcionario de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación realizó una breve exposición acerca de lo que significa “una política pública de la Memoria, la Verdad y la Justicia”.
Puso como ejemplo, en ese sentido, que “en 2005 el ex presidente Néstor Kirchner decidió levantar la punta de la alfombra”, destacando la importancia de las políticas de Estado, del compromiso actual de abrir la historia aunque sea dolorosa, ya que “no puede haber rincones tapados, oscurecidos”, en referencia a los intereses mediáticos, económicos y políticos que no permitían que este tipo de hechos se investigue para saber la verdad.
Concretamente, aportó la publicación de una investigación histórica acerca del bombardeo de Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955. Explicó que ese hecho fue protagonizado por las Fuerzas Armadas y que dejó como resultado un saldo de más de 300 muertos y más de 10 mil heridos. Y que los actores del bombardeo de 1955 “se refugiaron alegres en Uruguay y los recibieron como héroes de la libertad”.
El sentido del libro es aportar todo un trabajo de investigación para dar a conocer los hechos y conseguir que se implementen políticas públicas que eviten que hechos como el ocurrido en 1955 se repitan. “Remover historia siempre trae resultados positivos”, concluyó.
Junto con esa obra, Laforgue entregó a la Universidad otros dos volúmenes: el texto de la querella presentada a la Justicia por la Secretaría de Derechos Humanos respecto de Papel Prensa y un registro de los juicios y sentencias por crímenes de lesa humanidad, concretados hasta febrero de 2011.
El taller continuó con las exposiciones de los abogados Pablo Salinas y Pablo Garciarena, que intervienen en los juicios que se llevan a cabo en Mendoza; el coordinador del Observatorio de Derechos Humanos. Marcelo Stern, y Jorge Galleguillo, director de Educación de Adultos de la Dirección General de Escuelas de Mendoza. Además se proyectaron una serie de cortometrajes alusivos a los ejes del taller y se presentó un elenco teatral interpretando escenas relacionadas con los Derechos Humanos.
