Mendoza fue propuesta como sede para conformar un observatorio sobre violencia escolar e integrar así la Red Iberoamericana de Observatorios de Violencia en las Escuelas.
Esta red tiene observatorios en distintos partes del mundo; hay varios en Brasil, país pionero en este tipo de trabajos y sede central de la red; además participan Canadá y España; también hay un observatorio europeo y otro internacional; todos sustentados con la cooperación de la Unesco.
La decisión fue tomada al término de Segundo Congreso Iberoamericano sobre violencia en las escuelas que se desarrolló entre el 26 y el 28 de octubre en la Ciudad de Belem, al norte de Brasil. La propuesta de incluir a Mendoza dentro de la Red Iberoamericana de Observatorios de Violencia surgió del único argentino presente en el congreso, el pedagogo mendocino Alejandro Castro Santander.
La instalación de un observatorio supone un trabajo de investigación que realizaría una universidad con el complemento de la investigación de campo. Permite dar una alerta temprana en el problema de la violencia y triangular toda la información disponible para determinar por qué se genera un clima de violencia en las escuelas, precisó el mendocino disertante en la convención de Brasil.
Según las conclusiones extraídas del congreso “los problemas de violencia tienen grandes similitudes en todas partes del mundo pero en general las políticas públicas de los gobiernos no advierten el fenómeno. Siempre reaccionan de modo reactivo, dan soluciones luego de que los problemas estallan. Por eso las conclusiones de estos trabajos son un llamado de atención a los gestores de las políticas públicas”, expresó el pedagogo.
En todos los casos la educación latinoamericana comparte muchos rasgos en materia de violencia, salvo algunas diferencias en relación con la exclusión social. Pero se puede advertir que es un fenómeno cultural promovido en parte por los medios de comunicación. En todos los casos se advierte un aumento de la indisciplina (entendida como transgresión a las normas) y aumento de ciertos tipos de violencia que se hace cada vez más visible. Por un lado cada vez se naturaliza más la violencia y por el otro se advierte cada vez más el maltrato insistente o el acoso escolar, invisible para el docente.
El especialista insiste en que la única forma de revertir este creciente clima de conflictividad en las escuelas se resuelve educando, para que los alumnos aprendan a convivir. Por eso es imprescindible educar en el área de las expresiones y no sólo darle importancia a la Lengua y a la Matemática.
Sara González sgonzalez@diariouno.net.ar