BUENOS AIRES– El Senado convirtió en ley ayer el proyecto sobre Educación Técnica y Profesional que diseñó el Gobierno, y que crea un fondo de alrededor de 200 millones de pesos anuales para reacondicionar y dotar de material a las más de 1.500 escuelas técnicas que existen en el país.
La iniciativa cosechó en general 34 votos a favor del PJ y 18 en contra del bloque de la UCR, del socialismo, y de diferentes partidos provinciales.
Estuvo presente durante la sesión el ministro de Educación, Daniel Filmus, quien siguió el debate desde el mismo recinto, junto con varios ministros provinciales.
La norma aprobada tras 4 horas de discusión habilita además a las empresas privadas a aportar fondos para financiar los institutos técnicos y crea, asimismo, un régimen de pasantías para facilitar la inserción laboral de los estudiantes.
Según la ley, las pasantías no serán rentadas y estarán a cargo de los profesores de los establecimientos educativos.
Tampoco los estudiantes mientras dure la pasantía podrán suplir la labor de los trabajadores, ya que la experiencia tendrá fines exclusivamente educativos.
La vicepresidenta de la Comisión de Educación, la justicialista Silvia Gallego (La Pampa), defendió la norma en nombre de la mayoría y explicó que el proyecto unifica “los 2.073 planes de estudio” que actualmente se aplican en diferentes escuelas técnicas.
 
Críticas de un mendocino
En tanto, el radical Ernesto Sanz (Mendoza) cuestionó la distribución del fondo especial entre las provincias: “Se podría decir que es mucho o que es poco, pero el problema no está allí, sino en el esquema de distribución de este recurso”, arrancó.
“Debemos tener mucho cuidado de no generar un federalismo de sumisión, al que se llega muy fácil cuando desde la Nación se manejan recursos y se los distribuye sin que existan reglas predeterminadas”, agregó el legislador.
Tras la intervención de Sanz, se generó un acalorado debate promovido por los oficialistas María Perceval (Mendoza) y Jorge Capitanich (Chaco), quienes defendieron la política educativa de la actual gestión.
También criticó la propuesta el socialista Rubén Giustiniani (Santa Fe), quien aseguró que la norma “no aclara cuándo empieza la educación técnica”, al tiempo que criticó la falta de un régimen de doble escolaridad, requisito al que calificó de “indispensable”.
Antes del debate, que se inició a las 17, alumnos de los colegios Otto Krause, Piñeyro, Manuel Belgrano y Huergo –entre otros– protestaron frente al Congreso para oponerse al proyecto oficial.
La ley apunta según la norma a estructurar una política integral de la educación técnica, a la vez que busca mejorar y fortalecer las instituciones y programas educativos.
El Consejo Federal de Cultura y Educación, a su vez, deberá aprobar los criterios básicos y el alcance de los títulos y certificaciones en todos los niveles educativos: nivel medio, superior no universitario y profesional.