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Uno: Cartas de Lectores: ¿Es inmoral reclamar lo justo?

Señor Director: ¿Es acaso el derecho a reclamar lo que es justo un acto de inmoralidad? ¿O quizás las personas que se unen a estos paros, huelgas y reclamos en realidad son ignorantes de las consecuencias que causan? O, por el contrario, ¿nos hemos puesto en el lugar de aquellos que son las reales víctimas de un sistema estatal que toma de rehenes a sus agentes?

31 de octubre de 2005, 15:31.

Hace unos días leí en un diario que una persona opinaba sobre la inmoralidad de los docentes que se han adherido al paro, transformándose los mismos en personas ignorantes de las peligrosas consecuencias que les pueden ocasionar a sus alumnos. Luego de leer este artículo, me encontré indignada al darme cuenta de que la gente todavía no ha comprendido el verdadero significado de este paro.
Los docentes son las personas que dejan su vida en el aula para ayudar a sus alumnos a salir del mundo antipersonalista y conformista al que pertenecemos, logrando mostrarles que, además de un “yo”, existe una persona al lado nuestro enseñando no sólo conceptos de lo que puede ser la contabilidad o la filosofía, sino compartiendo la lucha de cada día. Ellos tratan de que esas personas tan especiales, sus alumnos, logren absorber los conceptos de valentía, fortaleza, discernimiento y amor que ellos siembran en cada clase.
Entonces, ¿podrían estas personas que enseñan con amor a vivir las luchas de la vida con entendimiento y claridad perjudicar a sus alumnos? Ellos no son ignorantes de las consecuencias que causan, pero también es importante destacar que los resultados que obtengan de sus huelgas y paros, soportando que los acusen de inmorales, serán también para sus alumnos. Estoy completamente segura de que a veces es necesario sacrificar algunas cosas para lograr soluciones a largo plazo para todos los ciudadanos que estén en condiciones de gozar de estos beneficios.
Por otro lado, es crucial darse cuenta de las acusaciones de muchos padres al decir que sus hijos son víctimas de los paros de sus profesores debido a que no tienen clases, no van a poder absorber esos conocimientos. A raíz de este comentario, yo les pregunto a esos padres que tienen hijos en los colegios de la Universidad: ¿se han sentado con sus hijos día y noche a estudiar las materias de los programas para no perder clases e ir avanzando en los conceptos? Un cartel pegado en la pared de mi colegio decía: “Estas no son vacaciones sino la lucha para lograr tener buenos profesores con un sueldo digno. Ayudémoslos estudiando de los programas de fotocopiadora”.
Considero que es importante darnos cuenta de que los únicos responsables de que los conocimientos no se adquieran no son los profesores. Ellos hacen lo que pueden por brindarnos lo mejor, pero a veces la situación se escapa de sus manos a causa de las manipulaciones del Gobierno y de muchos medios, que quieren hacerle creer a la población que los causantes de estos problemas son los profesores.
Démonos cuenta de que ya no nos podemos quedar en el conformismo y que es hora de gritar las injusticias que reciben, no sólo alumnos, profesores y personal que trabajan en la Universidad, sino también la población. El Gobierno incita a que los empresarios tengan a sus empleados “en blanco” pero, ¿acaso el mismo Gobierno se preocupó por dar el ejemplo?
Noelia Rinaudo, DNI 34.322.916, Alumna Escuela Martín Zapata

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