Allí se dará atención primaria de la salud, servicios a la comunidad a través de convenios con obras sociales y, de acuerdo con la Provincia, se atenderá a pacientes sin cobertura social.
El Policlínico Ferroviario prestaba servicio a ferroviarios, sus fundadores, en primer lugar y, en otras épocas, al PAMI y otras obras sociales.
En esta nueva etapa el proyecto de la UNCuyo es más completo: prestar atención a la comunidad y, además, facilitar el aprendizaje a sus nuevas médicos. Esto no es una utopía: es perfectamente realizable. Y para nuestra provincia, donde el sistema de salud –a diario se comenta- está quebrado, será una gran ayuda: más enfermos atendidos y mejores médicos.
Yo trabajé en el Policlínico Ferroviario durante 34 años y fui testigo, junto a 500 personas que allí trabajábamos, de su decadencia.
Me alegra mucho que aquel hospital, que fuera el fruto del esfuerzo de muchos ferroviarios, resurja de sus cenizas, como el Ave Fénix, abriendo sus puertas de manos de la UNCuyo, su nuevo dueño, en los próximos meses del 2005. Felicito a las autoridades de la UNCuyo por este emprendimiento.
*Aquiles Tornabene, Médico psiquiatra, LE 6.860.283