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Uno: Cartas de lectores: Respeto a la carrera docente

Señor Director: Recurro a este medio para compartir una preocupación en relación con el nombramiento reciente de autoridades (vicerrectores) del Departamento de Aplicación Docente (DAD) dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo.

Dichas designaciones se han resuelto amparándose en “facultades discrecionales” manifestadas textualmente por nota de la autoridad correspondiente.

¿Me pregunto si en estos tiempos en que deben primar los principios democráticos este mecanismo corresponde? ¿Puede justificarse, en instituciones de tanto prestigio en el medio, este procedimiento, cuando existen otros basados en el respeto a la igualdad de derechos?

Me pregunto:¿la trayectoria de un docente puede ser obviada ante el nombramiento de un directivo que merece el reconocimiento de la comunidad educativa toda?

¿No hubiera sido indiscutido por su justicia y equidad haber realizado un trámite breve de antecedentes y méritos, lo cual nos hubiera puesto a todos los docentes de dicha institución en igualdad de condiciones, evitando la discrecionalidad con las consecuencias lógicas de desaprobación?

La transparencia, equidad de un procedimiento de esta índole garantiza su legitimidad indiscutida, más allá de que estas designaciones sean transitorias (18 de abril del 2005 al 31 de diciembre de 2005), léase el ciclo completo 2005.

Me pregunto nuevamente: ¿debemos bajar los brazos cuando se producen hechos de desigualdad en ámbitos educativos que deben ser modelo de conductas?

¿Debemos bajar los brazos cuando se producen procedimientos reñidos con la transparencia, aduciendo “facultades discrecionales” en los roles superiores?

¿Debemos bajar los brazos cuando se tienen desde las jerarquías argumentos diferentes y contradictorios como respuestas a una misma problemática?

¿Debemos bajar los brazos cuando se concretan situaciones irregulares porque el tiempo debilita la fortaleza de los reclamos y aparece la resignación?

¿Debemos bajar los brazos cuando las respuestas jurídicas surgen de la “habilidad discursiva” para que los dictámenes sean los que favorezcan una postura?

¿Debemos bajar los brazos cuando se nos manifiesta que estos nombramientos no van a ser tenidos en cuenta como antecedentes para cuando se produzca el concurso, siendo que son derechos adquiridos indiscutibles de hecho y por la experiencia que conllevan?

Opino en primer lugar que cuando estos hechos se producen en un ámbito educativo las respuestas deben ser ejemplares.

Si recordamos, quienes defendimos el tercer ciclo en la Universidad Nacional de Cuyo, lo que significó la materialización del DAD no podemos permitir hoy, a casi cinco años de su creación, que su prestigio indiscutido se vea debilitado por la arbitrariedad de procedimientos inexplicables no democráticos.

¿Qué se debe hacer ante tantas justificaciones injustificadas para poder demostrar simplemente el camino de equidad? ¿O es que vamos una vez más a ser víctimas en nuestra sociedad de un hecho de discriminación sin que nadie reaccione permitiendo procedimientos que no respeten nuestra carrera docente?

* Profesora, María Inés Bonino de Lamadrid, DNI 6.382.317

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