En momentos en que los líderes religiosos de todos los credos, como pasó hace poco en nuestra ciudad, se reúnen para lograr un acuerdo pacífico y de convivencia, para poder derrotar el fundamentalismo que tantas muertes inocentes está desparramando por el mundo: Palestina, Israel, Irak, España, Inglaterra... en una casa de estudio, donde debe reinar el pensamiento crítico, basado en el libre pensamiento y en el debate de ideas, los jóvenes se vuelven intolerantes y retrógrados, con un pensamiento propio de la edad media.
Las autoridades de dicha casa de estudios deberían haber respondido con proponer que se colocaran símbolos religiosos de todos los credos junto a los crucifijos.
Con jóvenes y futuros profesionales de tanta estrechez intelectual, ¿cuándo nos uniremos los judíos, los cristianos, los mahometanos, los islámicos? Mientras tanto... tolerancia cero para las religiones en la Facultad de Filosofía. ¿Qué quedó de aquella Francia de los años ’60, donde los jóvenes propusieron el “prohibido prohibir”?
Juan Carlos Lucero DNI 8.324.140
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Dic 27, 2024