El Gobierno provincial miró ayer hacia Buenos Aires en búsqueda de las soluciones que le permitan destrabar los dos conflictos gremiales más pesados que está enfrentando: la anunciada huelga de docentes y los posibles paros en los hospitales.
 
Julio Cobos se juega a que la Nación no sólo le aporte $10 millones para mejorarle la oferta salarial al SUTE (y de paso conseguir otros fondos para ATE) en el marco de la discusión paritaria que se encuentra trabada con maestros y empleados de la salud.
También el gobernador espera una movida política de Néstor Kirchner. El Presidente presionará hoy a la CTERA (la organización docente nacional) para que suspenda los reclamos salariales que se reparten por todo el país y está pendiente que ese reclamo baje a los gremialistas de esta provincia.
 
Dos ministros del gabinete confirmaron ayer de qué se trata. Con respecto a la plata, Emma Cunietti, directora general de Escuelas, y Sergio Marinelli, ministro de Gobierno, anticiparon que Mendoza pedirá a la Nación que se haga cargo del mantenimiento de la media docena de ITU (Instituto Tecnológico Universitario) y del Departamento de Capacitación Docente, por los que la provincia paga $10 millones anuales y que entiende que debería afrontar el Gobierno central.
 
Esa gestión, que encabeza el propio Cobos, ya fue trabajada por Cunietti y tiene un objetivo: el Poder Ejecutivo quiere sumar esos fondos para achicar la brecha del reclamo docente que supera los $40 millones y mejorar así la oferta en las paritarias.
 
A esos fondos la Dirección de Escuelas aspira agregarles $2 millones más, sacados de una reasignación presupuestaria del dinero dispuesto por la Legislatura para crear un fondo de mejoramiento de la calidad educativa.
 
Marinelli transparentó otro movimiento. Algo similar hará el Gobierno para tener más plata que ofrecerle a ATE (que ayer suspendió las paritarias de salud) y redireccionar así fondos nacionales para subir la oferta.
 
El titular de Gobierno dejó abierta ayer la puerta en la negociación. “Por ahora, no hay más plata que la estipulada en el presupuesto”, aclaró en un contacto telefónico con UNO.
 
Esta semana el Gobierno estuvo discutiendo en paritarias con los gremios SUTE y ATE los aumentos salariales para los maestros y empleados de la salud. Y no le fue bien. Ya es un hecho que las clases no comenzarán el 6 de marzo y son inminentes los paros en los hospitales públicos.
 
Con ATE lo separan $18 millones y una postura rígida de la dirigente Raquel Blas. Con el SUTE cree tener más posibilidades de acuerdo, a pesar de que aún no logra firmar con su titular, Gustavo Maure.
 
El punto de conflicto con los maestros está en cómo se distribuyen los $144 millones que la Provincia deberá destinar por Ley de Financiamiento Educativo a aumentos salariales y que el gremio entiende que no están completos.
 
La Dirección General de Escuelas sostiene que superó ampliamente esa exigencia: argumenta que este año destinará $150,1 millones para recomponer los salarios docentes.
 
La discusión tiene otro punto fuerte: el Gobierno ofrece un incremento para llegar a un mínimo de $850 e incluye en ese monto lo que los maestros reciben por el incentivo docente. Para el gremio, esa suma debe alcanzar sin tomar en cuenta el incentivo.
 
Cobos estará muy atento a lo que suceda hoy en la Capital Federal, en donde se desarrollará el Congreso nacional de CTERA y al que concurrirá la cúpula del SUTE con Maure a la cabeza.
 
La información que maneja el Gobierno mendocino es que el Presidente presionará para que se congelen los conflictos gremiales y las clases comiencen en el país. Bajo el brazo, llevará la promesa de que el Ministerio de Educación garantizará que ningún maestro quede por debajo de la línea de pobreza. Esto es, que ninguno ganará menos de $850 mensuales contando el incentivo docente. La oferta nacional es idéntica a la mendocina.
Marcelo Arce marce@diariouno.net.ar