Los datos acerca de por qué la población del Gran Mendoza elige súper e hipermercados surgen de una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos. Indica la investigadora que es interesante señalar que esta particularidad de Mendoza es “una señal de éxito de la estrategia de localización desarrollada por algunas cadenas minoristas”, ya que en otras urbes del país la variable “cercanía al domicilio” no juega el papel que tiene en nuestra provincia.
De acuerdo con el estudio de Pasteris de Solavallone, que está acreditado por la Secretaría de Ciencias y Técnica de la Nación, “se ha comprobado que los grandes minoristas multiproductos instalados en Mendoza aplican políticas de precios, es decir ofertas, tendientes a conseguir que el mayor número de posible de consumidores ingrese al local”. Agrega que “de esta manera ‘capturan’ demanda. Algunos compradores se llevan sólo los productos en oferta, pero otros aprovechan para adquirir su paquete de compras completo”. Señala la investigadora que “estos últimos son los que incrementan los beneficios netos del vendedor”. Acota, a la par, que esta estrategia de venta no es propia del ámbito local, sino que, por el contrario, es práctica habitual en muchos países desarrollados. La investigadora indica que “con las reformas macroeconómicas de la década del ’90 se expandieron algunos grandes minoristas existentes y aparecieron otros.
En los últimos años, desplegaron una intensa actividad de fusiones y adquisiciones para expandir sus negocios en el interior del país”. Sostiene la especialista de la UNCuyo que “el resultado de este proceso ha sido un notable incremento de la concentración en el comercio minorista”. Al tratar el caso del Gran Mendoza en relación con las “Políticas de precios minoristas multiproducto”, la investigadora expresa que “los comercios tradicionales, que en 1984 captaban el 56% de las ventas de alimento a nivel minorista, han visto descender su participación hasta casi el 20%, tendencia que no parece revertirse por ahora. Los consumidores –añade– han sustituido a estos minoristas por súper e hipermercados, que hoy venden más del 55% de los alimentos, en lugar del 27% que abastecían en 1984”.