Un equipo de investigadores argentinos logró convertir el colesterol presente en la leche y el huevo en pro’vitamina D, a través de la aplicación directa del microorganismo denominado Tetrahymena, en un estudio que tiene importantes implicancias para la producción de alimentos a nivel local e internacional, declarado de “interés científico y social” por el Senado de la Nación. “Este proyecto tiene dos puntas: primero reducir la ingesta de colesterol, ya que produce numerosos problemas en el organismo; y la segunda es el agregado de provitamina D. En la leche esto es muy importante porque es la fuente primordial de calcio y fosfato para formación ósea”, explicó Florín Christensen, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). De la investigación, distinguida con el Premio Dupont-Conicet 2003, participó también la investigadora Clara Nudel, profesora de la cátedra de Microbiología Industrial de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. “El método también es aplicable al huevo industrial, utilizado en polvo como ingrediente en muchos alimentos (fideos) y que contiene abundante colesterol”, precisó Christensen, y destacó que “la Tetrahymena es un organismo muy particular, porque tiene algunas encimas únicas, que no están presentes en ningún otro organismo de la naturaleza”. Las encimas fueron adquiridas, explicó el científico, “a lo largo de su evolución, y tienen la particularidad de metabolizar y convertir el colesterol en provitamina D. Funcionan como un ‘pac-man’, ya que incorporan el colesterol y lo mantienen intracelularmente”.
El investigador explicó que “este trabajo tiene gran importancia a nivel local, ya que la Argentina es un país productor de leche y huevo, y también a nivel internacional, porque el proceso es fácilmente aplicable a escala industrial y la Argentina podría exportar esta tecnología a otros países”. Las investigaciones para eliminar el colesterol del huevo y la leche comenzaron en 1997. “El alumno Germán Valcarse, de la cátedra de la doctora Nudel, retomó una investigación de principios de los ’80 y realizó los primeros estudios en una empresa privada interesada en el trabajo”, contó Christensen. Por entonces, “un grupo de científicos estadounidenses afirmaba que un microorganismo (Tetrahymena) transformaba el colesterol en un compuesto en el que se podían encontrar sustancias parecidas a provitaminas”. “Comenzamos a trabajar para intentar aislar un sistema de estos microorganismos. Y una vez que lo logramos, nos dispusimos a trabajar en la leche y el huevo por las implicancias sociales que podía tener el éxito del estudio”, subrayó. Por otra parte, Christensen indicó que “la leche y el huevo tratados con Tetrahymena pueden ser utilizados también para controlar o prevenir problemas como la osteoporosis, tan común entre las mujeres después de la menopausia”. “El organismo es capaz de producir vitamina D mediante la absorción de los rayos ultravioleta. Pero además de la síntesis del cuerpo, la vitamina D puede ingerirse por boca, aunque las fuentes de alimentos que la contienen son escasos: manteca, crema, yema de huevo e hígado”, puntualizó. “Esta vitamina –continuó– contribuye al crecimiento y a la diferenciación de todas las células; asegura la correcta absorción del calcio y del fósforo necesarios para el mantenimiento de los huesos, los dientes, las articulaciones y el sistema nervioso”. Christensen señaló también que “la Tetrahymena es aceptada por la comunidad científica como un organismo GRAS (Generally Regarded As Safe, generalmente seguro), pero de todos modos es necesario cumplir con todas las etapas de aprobación para el uso de los productos tratados como alimentos para uso humano y animal”. El patentamiento del proyecto está realizado, destacó Christensen, “y a partir de la declaración que realizó el Senado esperamos mudarnos del laboratorio de la Facultad de Medicina en el que trabajamos los ocho investigadores del proyecto, ya que es muy pequeño. También estamos en la búsqueda de recursos, privados y estatales, para proseguir”.