“Por cuestiones de seguridad decidimos mantener la toma hasta mañana al mediodía (por hoy) para resolver en asamblea las medidas a seguir”, indicó ayer por la tarde el presidente del Centro de Estudiantes, Gabriel Fernández.
No obstante remarcaron que aceptaron absolutamente la propuesta del Rectorado –alcanzada durante la mañana–, que se ofreció a mediar en el conflicto. El Consejo Superior de la UNCuyo –máximo órgano de gobierno de la universidad– tomó intervención en el caso de la Facultad de Odontología para destrabar el conflicto en el que los alumnos piden cambios en el sistema de evaluación.
El dirigente denunció que mientras estuvieron reunidos en el rectorado “un docente instó al resto de los alumnos que esperaban fuera del rectorado a no seguir a los líderes dirigiendo insultos hacia mi persona. Esto hizo que los alumnos se sintieran inseguros para levantar la medida”, indicó Fernández.
Por la mañana, más de cien alumnos y padres expusieron ante la rectora de la Universidad, María Victoria Gómez de Erice, los argumentos por los cuales consideran que el sistema de evaluación es “perverso”, “injusto” y “desequilibrado”. La reunión se concretó luego de que se agotaran todas las instancias de diálogo con el consejo directivo y con el rector de la facultad, Alberto Abramovich.
Erice se comprometió a analizar la contrapropuesta planteada por los alumnos y analizar los argumentos planteados por ellos. Además los alumnos denunciaron que han sido objeto de amenazas con el fin de intimidarlos para que desactivaran la protesta. En este aspecto, la rectora se comprometió a estudiar estas denuncias dentro del Consejo Superior y “de ser necesario derivarlas a la Justicia”, indicó.
La Facultad de Odontología tiene unos 500 estudiantes y en los últimos años el sistema de evaluación ha tenido múltiples cambios. Los alumnos expusieron ayer en el rectorado que el sistema actual no les permite rendir académicamente porque los agota física y psíquicamente. “Nosotros queremos estudiar, pero estamos agotados, realmente pensamos que no quieren que nos recibamos, nos sentimos oprimidos académicamente”, expusieron algunos voceros del grupo que hasta se quebraron en llanto ante la rectora, al detallar la situación por la que están pasando.
Al menos una decena de padres, algunos de ellos docentes o ex docentes de la misma universidad, ratificaron lo dicho por los alumnos. Aseguraron que la cantidad de horas que los alumnos deben cursar obligatoriamente, más estudiar en casa para los exámenes y además buscarse sus propios pacientes para las prácticas, es una tarea materialmente imposible de sobrellevar por lo que los chicos están sometidos a una situación de estrés.
Gómez de Erice explicó “que si bien ninguna carrera se puede hacer de taquito y todas tienen altas exigencias, las mismas deben tener un límite”, por lo tanto se comprometió a rever el sistema de evaluación siempre que se levante la toma.