La observación tiene relación con la situación dada en el sistema escolar de EGB3 y de Polimodal, donde el 60% de los docentes que están frente a alumnos no son profesores titulados, sino profesionales de variadas disciplinas u oficios.

“Es complicado que a nivel universitario los docentes tengan escasa formación, pero a nivel medio es terrible,” se lamentó la académica con relación a la carencia de profesores formados.

Justamente la universidad, preocupada por este tipo de falencias, este año lanzó el Profesorado Universitario en Ciencias Básicas con Especialización Física, Química, Biología y Matemática. La carrera dura cuatro años y medio y comprende un ciclo básico y otro orientado a cada especialidad.

“Nos hacen falta profesores de básica con una fuerte formación para la universidad con un nivel más ajustado a las necesidades universitarias. 

Años de errores

“También queremos que esa gente trabaje y capacite en el tema de contenidos. Lo pedagógico es importante pero primero hay que conocer la disciplina y luego ver la didáctica para enseñarla. Durante años los profesorados se centraron excesivamente en lo pedagógico descuidando lo disciplinar”,completó Gómez de Erice.

Los desajustes en la EGB3 y en el Polimodal se dan básicamente por tres motivos: porque escasean profesores titulados en Ciencias Básicas, porque resulta atractivo para profesionales de variadas disciplinas recurrir a la docencia como tabla de salvación laboral y en tercer lugar también contribuyó la compleja formación de los espacios curriculares que trajo consigo la Ley Federal de Educación.

Espacios como Formación Etica y Ciudadana, ¿quién tiene que darlos?, ¿un licenciado en Historia o un abogado? En materias como Salud y Prevención, ¿quién tiene más competencia para darla, un médico, un profesor de Biología o un enfermero?; ¿o quién está facultado para dar Investigación de Mercado?, por plantear sólo algunos ejemplos de lo complejo que resulta establecer las competencias de títulos.

En la práctica, un contador puede saber mucho de matemática aplicada a su profesión de contador, pero no son los mismos contenidos lo que debe volcar en un programa curricular.

“Ni hablar de las herramientas pedagógicas de las que carece para saber cómo tiene que enseñar”, comparó la rectora de la UNCuyo.

En razón de esta problemática la universidad pensó el Profesorado de Ciencias Básicas como un aporte para la formación de mejores profesores.

Gómez de Erice contextualizó la problemática y la analizó desde sus orígenes: “ Esta situación comenzó a darse con la implementación de la Ley Federal de Educación, que introdujo una serie de espacios curriculares para los que no hay gente preparada. Antes había sólo materias básicas pero ahora son como espacios mixtos que tienen que ver con más de una asignatura; por ejemplo, Energía tiene que ver con la Matemática, con la Física y con la Química. Por eso comenzaron a tener cabida los profesionales en la enseñanza”.

“Creo que hemos cometido un error en la aplicación de la ley porque antes de introducir espacios curriculares nuevos se debería haber formado el recurso humano necesario; se ha dado en este sentido un poco de improvisación, dando como resultado que hay docentes sin preparación pedagógica. Esto a nivel universitario tiene sus complicaciones pero a nivel medio es terrible”, definió la titular de la universidad. 

Apoya los cambios

La rectora consideró apropiados los cambios que el Gobierno está implementando en la EGB3 con la idea de introducir más horas de Matemática, Lengua e Historia.

Consideró acertado “que las cosas deben ser un poco más clásicas, con más áreas disciplinarias; además se podría complementar con algún tipo de talleres integradores, por ejemplo. Es un tema que hay que evaluarlo con profundidad. Ahora también hay que tener en cuenta que si de pronto se hacen desaparecer los espacios curriculares en los que se formaron profesores, la gente se enoja y esto significa un problema”, indicó la rectora con relación a los profesores de Tecnología que se quedaron sin sus horas –según las cifras que dio el Gobierno son 750 suplentes– al eliminarse en el 8º la materia Tecnología.

“La violenta reacción social que esto provocó no es positiva –consideró la titular de la UNCuyo–; yo creo que hay que frenar los espíritus y ver qué es lo más conveniente. Lamentablemente el sistema educativo es muy dinámico y a veces no existe el tiempo suficiente para estudiar los cambios”.

“Hay que tener claro que los cambios siempre afectan a alguien, el que se siente afectado reacciona y pasa lo que está pasando en este momento. La sociedad ha actuado de una manera un poco extraña porque todos reclamamos cambios pero cuando se empiezan a hacer, todo el mundo se enoja porque se tocan intereses”, clarificó.

“El Gobierno ha tratado de hacer las cosas lo mejor posible, aún no sabemos cuáles son los resultados. Creo que la actitud que tomó el gremio (con relación al SUTE) no es la más adecuada porque con la violencia y las agresiones no se llega a ningún lado. Hay que fomentar un diálogo sereno. No hay que perder de vista que lo más importante del sistema son los alumnos” recomendó la rectora Gómez de Erice.