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Uno: Debaten en Mendoza sobre un antiguo supercontinente

Unos 380 científicos de todo el mundo se reúnen hasta mañana en el Centro de Congresos para compartir datos sobre Gondwana, del que Sudamérica formaba parte hace 130 millones de años

10 de noviembre de 2005, 13:17.

Hasta hace unos 130 millones de años lo que hoy es Mendoza era parte de un supercontinente llamado Gondwana, que estaba formado por las actuales América del Sur, Africa, Antártida, India, Australia y Nueva Zelanda. Esa gran masa entonces comenzó a romperse y las últimas partes que se separaron fueron los territorios sudamericanos y africanos.
En consecuencia, “tenemos en común fauna y flora con los africanos y australianos", explica Carlos Rapela, del directorio del Conicet y director del Centro de Investigaciones Geológicas de la Universidad de La Plata.
El especialista, junto a 380 geólogos, paleontólogos y biólogos llegados de al menos 20 países eligieron la capital provincial para debatir acerca de la historia del supercontinente. Desde el domingo y hasta mañana esos científicos participan en el Centro de Congresos y Exposiciones del encuentro Gondwana 12, que apunta a proteger los “corredores vitales”, que son lugares ubicados en distintos continentes donde existió vida y hay historia en común.
En esos sitios –algunos de los cuales se encuentran en Argentina– los geólogos y los biólogos estudian el pasado y realizan predicciones a partir de la información recolectada. Hoy existen cuarenta corredores claves ubicados en los continentes que formaron Gondwana, que pueden tener 40 kilómetros de ancho y varios más de largo.
 
Como un rompecabezas
Maarten De Wit, geólogo y geofísico de Sudáfrica (Universidad de Ciudad del Cabo) y creador del mapa geológico de Gondwana, destaca que cada corredor es único, tiene su historia y alberga parte de la autobiografía del planeta. “Es importante entender el pasado para entender el futuro y llamo al compromiso con las generaciones futuras, así como a la inclusión de escuela y a los jóvenes para estudiar y comprender esta problemática”, indicó el científico.
Al respecto, Rapela ejemplifica que la labor que despliegan los estudios del tema es como una especie de rompecabezas que hay que resolver. “Porque tiene valor para el manejo de los recursos, porque el problema y la solución si se encontró de un lado del Atlántico, puede encontrarse también del otro –detalla–. Esto se denomina correlación: cuando nos damos cuenta de lo que pasa allá podemos buscarlo de este lado”.
Por esto, propone que hay que preservar los corredores. “Es importante que nuestros políticos sepan que deben preservarse tanto en la flora, fauna, fósiles y tenemos que tener mucho cuidado de no alterarlo –expone–. La montaña es algo precioso que debemos aprender a conservar y cuidar. Saber que es una herencia y la podemos preservar además de saber qué guarda”.
Ariel Sevilla asevilla@diariouno.net.ar

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