El ausentismo de los docentes fue total en el Magisterio, el Liceo Agrícola y el Universitario Central.
También hubo paro en el Departamento de Aplicación Docente, adonde asisten los chicos de octavo y noveno años, y en el colegio Carmen Vera Arenas.
El acatamiento a la medida, en cambio, fue algo menor en el Martín Zapata, donde los profesores siguieron la lógica de los paros anteriores: avisan que irán y los chicos que no asistan a esas clases tienen un ausente. En la Escuela de Agricultura de General Alvear, en tanto, la actividad académica fue suspendida por la realización de Olimpíadas.
Ayer a la mañana, en tanto, la Facultad de Ciencias Políticas fue tomada por un grupo de 50 estudiantes pertenecientes a las agrupaciones En Clave Roja e Inca, quienes adhirieron al reclamo de los profesores con una medida que generó diferencias en el seno del centro de estudiantes.
“Hemos decidido no avalar esta asamblea”, confirmó el vocero de Franja, Dilthey Soria. “Vamos a apoyar a los docentes pero con una clase pública en el Rectorado”, explicó.
Este sector del alumnado, a través del centro de estudiantes, convocó a los estudiantes de Políticas y a los profesores a asistir a clases hoy.
El paro también tuvo un alto acatamiento en las facultades de Odontología, y Filosofía y Letras , y un acatamiento medio en Educación Elemental y Especial, y Ciencias Aplicadas a la Industria.
En tanto, la actividad fue normal en las facultades de Derecho, Ciencias Económicas, Ingeniería, Ciencias Médicas, Ciencias Agrarias, y Artes y Diseño.
Los no docentes realizaron ayer una asamblea en la que convocaron a un paro por 48 horas. Desde el Rectorado explicaron que el reclamo del sector administrativo –agremiado en el SPUNC– fue anunciado por escrito a raíz del desacuerdo de ese sector con relación a un préstamo de $200 que deberían devolver los 1.000 empleados no docentes de la Universidad.
Actas en mano, la rectora Victoria Gómez de Erice explicó que, mediante un acuerdo firmado con el gremio la Universidad, les otorgó a los no docentes un monto de dinero a modo de anticipo financiero en mayo, a ser devuelto cuando el Gobierno nacional les otorgara un aumento de sueldo.
El incremento salarial de $300 llegó en julio. Pero ahora se ha suscitado un conflicto en el que el gremio sostiene que ese dinero no era un préstamo, sino un incentivo.
* Gabriela Malicia / gmalizia@diariouno.net.ar