Aunque la distinción fue anunciada recientemente, el premio fue otorgado por el estudio que los científicos presentaron en el 6º Congreso de la International Society for de Study of Fatty Acids and Lipids (ISSFAL), que tuvo lugar a comienzos de julio pasado en Brighton, Inglaterra. “Para el trypanosoma cruzi no existe vacuna, debido a que este organismo vive adentro de las células y está temporariamente fuera de ellas, en el torrente sanguíneo o en los tejidos circundantes, pero inmediatamente penetra nuevas células en donde se reproduce”, contó el biólogo Jorge Florin-Christensen, uno de los integrantes del equipo que realizó la estudio. “De esta forma, el trypanosoma cruzi está protegido por la célula en la que se hospeda, y el sistema inmunitario del organismo no lo puede detectar”, agregó. En su investigación, los científicos “tratamos de establecer cuál es el mecanismo por el cual ciertas formas del trypanosoma cruzi –sobre todo aquellas particularmente infectivas– ingresan a las células. Conociendo este mecanismo podríamos llegar a bloquearlo e impedir que invada nuevas células, interrumpir el ciclo y curar la infección”. “En la investigación –destacó el científico– descubrimos que las formas más infectivas del parásito del trypanosoma cruzi tienen en su superficie una encima que degrada las membranas de las células a las que va a invadir, y pone en marcha un mecanismo por el cual inicia la invasión”. “Esto significa que hallamos uno de los pasos iniciales de la invasión, el ataque de la membrana celular de la célula hospedadora”, agregó Florin-Christensen, que junto con su equipo trabajan en este tema desde 1986. “Este descubrimiento –subrayó– es el primer paso que da el parásito, pero es un eslabón estratégico, porque es el que controla un paso crucial en la infección, porque si uno pudiera inhibir la actividad de estas encimas que permiten al parásito protegerse dentro de las células del corazón o de los nervios, podría frenar el avance de la enfermedad”.
La enfermedad de Chagas afecta a 18 millones de personas en el mundo, y en la Argentina ataca principalmente a las células del corazón, en tanto que en Brasil, la enfermedad afecta más al sistema nervioso. Por otra parte, Florin-Christensen señaló que “este premio es importante porque demuestra que el trabajo de los investigadores argentinos es muy reconocido en el exterior”. “En el congreso de la ISSFAL se presentan muchos trabajos de investigadores de distintas partes del mundo, y luego la institución hace una selección y valoración, y premia a los más destacados”, agregó. Además de Jorge Florin-Christensen, integran el equipo de investigadores que realizó este estudio las biólogas María Laura Belaunzarán y Marisa Wainszelbaum, las bioquímicas Estela Lammel y Guadalupe Giménez, el estudiante de bioquímica H. Gentili, y Elvira Durante de Isola, fundadora del Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UBA.