El nuevo edificio, ubicado en el cerro Los Morados, complementa a los de Cohiueco y Los Leones (ya en pleno funcionamiento), creados para descubrir la luz que se observa en la atmósfera y captar los rayos cómicos, partículas que llegan desde el espacio y bombardean la tierra desde todas las direcciones del cielo.
El flamante inmueble de 338 metros cuadrados está ubicado a 1.400 metros sobre el nivel del mar hacia el Este y a 85 kilómetros de la ciudad de Malargüe. En su interior, al igual que en los otros dos, hay seis telescopios ópticos de alta sensibilidad que en las noches claras y sin luna observan la tenue luz ultravioleta que producen las cascadas de partículas cósmicas al atravesar el aire.
Desde hace un tiempo estos telescopios y los tanques de superficie ya comenzaron a captar los primeros rayos que impactan en la atmósfera, y cuyas mediciones podrían ayudar a conocer cómo se desató el Big Bang hace millones de años.
Según señaló ayer Carlos Hojvat, manager y vicedirector del proyecto, este nuevo observatorio “comenzará a funcionar en marzo, mientras que el cuarto y último de ellos, que también se emplazará en los alrededores de Malargüe, se inaugurará el año que viene”. Tanto Hojvat como el director general en la Argentina, Alberto Etchegoyen, destacaron la importancia de esta nueva incorporación, la más lejana al radio urbano, obra que demandó alrededor de seis meses de tareas y tuvo un costo aproximado de 500.000 dólares aportados por el Instituto Nacional de Física Nuclear de Italia.
Ayer, durante la ceremonia de inauguración oficial, los científicos aguardaban ansiosos la presencia del gobernador Julio Cobos y en especial su compromiso de “llamar a licitación el 15 de diciembre para la construcción del cuarto detector”, y “poder cumplir con el compromiso asumido por el gobierno de Mendoza en la década del ’90 (cuando comenzó el proyecto científico) de aportar 5 millones de dólares”.
Cobos llegó ayer en avioneta privada, aterrizó en una huella de campo y se llevó todos los aplausos. Es que la comunidad científica le reconoció el apoyo brindado durante sus tres distintas etapas de gestión: como decano de la UTN primero, como ministro de Obras Públicas después, y ahora como mandatario mendocino.
La felicidad en los rostros del casi doble centenar de científicos que se dieron cita ayer en la cima del cerro fue el claro reflejo del significado y la importancia que tiene esta nueva etapa para el proyecto.
Otro de los pasos fundamentales de esta nueva fase fue la inauguración de la línea de media tensión de 57 kilómetros que va desde el cerro Los Leones hasta el cerro Los Morados, realizada con fondos provinciales por un valor de $119.000.
Mientras tanto, la comunidad científica continuará trabajando en Malargüe hasta la semana próxima, dedicada al análisis de los datos tomados desde enero hasta hoy y avanzando en este megaproyecto que sin duda es el que más vinculación internacional tiene en la Argentina.