Desestimadas a este punto las posibilidades de que Alterini sea elegido mediante el normal de desarrollo de la Asamblea Universitaria, el grupo que lo apoya, que cuenta con el respaldo de seis decanos y de los principales representantes de los tres claustros, busca ahora que el camino hacia la rectoría quede liberado a través del “auxilio” de la fuerza pública.
 
Tras verse frustrada la elección de rector en cuatro ocasiones, a raíz de las protestas encabezadas por los estudiantes nucleados en la FUBA que rechazan la candidatura de Alterini por su pasado como funcionario de la última dictadura, el alterinismo sube así la apuesta para restringir el acceso a las sesiones del Consejo Superior y de la Asamblea Universitaria.
 
Alterini, junto con otros 14 integrantes del Consejo Superior, le reclamó al rector interino Alfredo Buzzi que el cuerpo vuelva a reunirse el próximo miércoles con la exclusiva tarea de elegir al nuevo vicerrector.
 
De acuerdo con el pedido, el acceso al edificio del Rectorado debe quedar restringido a los consejeros superiores titulares y suplentes, al personal administrativo “estrictamente necesario para asistir al consejo en sus deliberaciones” y a los medios de prensa.