Esta es una de las líneas fuertes en la que se trabajará durante la segunda mitad del ciclo lectivo, que se inicia mañana tras la finalización de las vacaciones de invierno. “No puede haber escuelas pobres para gente pobre. Por el contrario, el Estado debe darles a esos establecimientos mayor cantidad de herramientas para garantizar un proceso de enseñanza aprendizaje de calidad, y exigir rendimiento en la misma medida. Aquello de que el maestro no enseña porque tiene que contener al chico o darle de comer es algo que queremos cambiar, aunque sea de a poco”, explicó Cunietti.
–¿No es un planteo demasiado utópico?
–Al inicio de la gestión dijimos que íbamos a trabajar en tres conceptos de escuela: exigente, con identidad e incluyente. Para que se cumpla este último objetivo hay que dejar de pedirles menos a los colegios cuyos alumnos tienen serios problemas sociales, y como contrapartida darles más recursos y oportunidades. No será de un día para otro, pero hay que arrancar.
–¿Se va a destinar más presupuesto para lograr esta meta?
–Sí. Hay un plan nacional de igualdad educativa gracias al cual recibiremos 5 millones de pesos para arreglar 36 escuelas urbano periféricas, y una partida grande de computadoras y otra de libros. En lo local, mejoraremos la seguridad de los edificios, que son constantemente agredidos y rotos. Para ello se está estudiando la posibilidad de crear unos 50 cargos de celadores refuerzo o de serenos, para establecer guardias nocturnas en aquellos sitios más afectados.
–¿El docente puede creer que habrá un cambio?
–Haremos hincapié en fortalecer la autoestima de maestros y profesores. En este contexto no podemos dejar de hablar del tema salarial.
–¿Habrá un nuevo aumento para el sector?
–A nivel nacional se están tratando varias alternativas. Pero por lo menos ya se consiguió media sanción en el Congreso del proyecto por el cual se garantiza que los docentes seguirán cobrando entre 90 y 110 pesos en concepto de incentivo docente durante el 2005. Así, en Mendoza al docente que tenía el sueldo básico de $380 se le suman los $170 del aumento a los estatales, más esos $100 promedio, estamos hablando que nadie ganará menos de $650 por jornada simple. Es un avance.
–¿Puede haber algo más de plata?
–La pelea que estamos dando las provincias es conseguir una ley de financiamiento educativo. Cuando se aprobó la Ley Federal se estableció que el presupuesto del área no podía bajar del 6% del PBI. Hoy estamos en menos del 4% y en el 2002 fue del 2%.
–Volviendo al tema de las escuelas más vulnerables, ¿hay alguna en la que vaya a ponerse un énfasis especial? –
Sí. La escuela Eva Perón. Le encargamos a FAVIM que haga una auditoría para transparentar una serie de irregularidades que se vienen denunciando desde hace tiempo y para poder saber exactamente cuántos empleados trabajan, cuánto hace falta, un diagnóstico sanitario de los chicos, entre otras.
–¿Qué no le gusta del funcionamiento actual?
–Tres cosas. Primero, que no hay complementación con la sociedad civil o las iglesias; segundo, que hay demasiados chicos, 500 en total, con graves problemas que no están bien divididos; y tercero, que se aplica un modelo institucional viejísimo, que se usaba en los ’50. Precisamente lo que buscamos es transformar esta realidad y transformar a la institución en un refugio donde se garantice exigencia y calidad.
Chicos arreglarán colegios
Preparar para el trabajo. Ese es el objetivo de dos proyectos que se aplicarán a partir de agosto:
• De ahora en más, las prácticas de los estudiantes de las escuelas técnicas tendrán un impacto comunitario. Así, por ejemplo, los chicos arreglarán colegios, construirán muebles para los establecimientos o acondicionarán las instalaciones de luz o gas. “El principal problema era el traslado de los educandos, pero lo hemos resuelto con un micro que pondrá a disposición la misma DGE”, contó Cunietti.
• La segunda iniciativa se ha encarado en conjunto con la empresa de Pescarmona y el INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica). Consiste en el dictado de un curso para 800 chicos en los 3 oficios relacionados con la metalmecánica (soldadores, plegadores y fresadores). La capacitación durará 8 meses y si bien la firma no se ha comprometido por escrito a tomar el personal que egrese, se supone que muchos podrían conseguir trabajo allí. “Con este tipo de ideas queremos derribar el mito de que mientras la escuela va por un lado la demanda laboral va por otro”, sentenció la funcionaria. En este sentido, también la DGE se ha puesto en contacto con las autoridades de la UNCuyo para avanzar en conjunto hacia un sistema que logre responder a las exigencias del mercado. Por último, la jefa del Gobierno escolar ratificó que se seguirá profundizando el concepto de escuela exigente y confirmó que a fin de año los estudiantes de todos los niveles deberán aprobar exámenes globales para demostrar que incorporaron las competencias básicas del ciclo. Antes de esa prueba, se hará un intenso trabajo de difusión para que los padres se comprometan y ayuden a estudiar a sus hijos. En tanto, los docentes recibirán en las próximas semanas un cuadernillo con instrucciones para saber cómo preparar las pruebas. “En el caso de la EGB3 y el Polimodal, donde los estudiantes tienen más de una materia, deberán rendir la misma cantidad de exámenes”, comentó.